La Hoguera
Emmanuel Ameth
El reciente caso dado a conocer en este medio el día lunes donde jóvenes de Tepehuacán fueron trasladados a Molango para ser juzgados por narcomenudeo así como por portación ilegal de armas, volvió a poner a la política hidalguense Carolina Viggiano en el ojo del huracán.
Primero porque en Molango no hay Ministerio Público federal, este se encuentra en Huejutla; es así que desde que fueron trasladados los presuntos delincuentes su destino era el de ser liberados. No conformes con ello, pidieron cauciones de los 5 a los 25 mil pesos para que enfrentasen su proceso en libertad cuando ni siquiera estaban facultados para llevarlo a cabo. Un doble caso de corrupción.
Los pobladores de la comunidad de Tamala ya habían retenido a los infractores con anterioridad por comercializar droga, pues además del gran peligro de inseguridad que representa, veían como una burla que se llevaran a cabo ese negocio en una zona tan pobre no sólo de Hidalgo sino del país
Al ser cuestionados sobre sus benefactores, los pobladores relatan que estos respondieron que obedecían a las órdenes de José Juan Viggiano Austria, hermano de Carolina, además de otros funcionarios menores locales, entre los que se encuentran policías y el propio alcalde de la demarcación Rosendo Hernández Manilla.
Es por esa razón que los policías municipales los dejan operar con libertad e incluso reciben facilidades para continuar con su negocio, a decir de los pobladores.
Los casos de corrupción en los que se encuentran involucrada la familia Austria merecen una investigación aparte, independientemente de que también aquí se publicara a Pancho Austria como uno de los responsables de las más de 300muertes de indígenas en los años 70s y 80s.
Pero el segundo frente por el que Carolina Viggiano recibe embates es por su familia en Coahuila.
Luego de casarse con Rubén Moreira, gobernador que sucedió a su hermano Humberto, todo parecía pintar como miel sobre hojuelas, incluso contando con el amparo del entonces presidente Enrique Peña Nieto.
El FBI estadounidense y la DEA están detrás de los Moreira, obligando a estos a entregar a uno de sus socios para poder salvar el pellejo. Pero el código entre grupos criminales es el de nunca ’soplar’, condición por la que además de la justicia, deben protegerse de los mimos criminales que alguna vez apoyaron.
Vaya personajes, cercanos todos ellos, en los que se desenvuelve Carolina Viggiano.