(Carta a Don Héctor)

AL IGUAL QUE EN APANGO, en donde un grupo de vividores presionan a la presidenta municipal de ese lugar, Felícitas Muñiz Gómez, para que les dé dinero, los meta en la nómina y otras canonjías, en el Ayuntamiento de Chilpancingo ocurre algo parecido, también con un grupo de regidores que suponen que con la presión y la acusación pública van a conseguir que el alcalde les dé, también, más recursos.

Y cómo no, si de entrada los regidores, todos, consiguieron nada más, pero nada menos, dos millones de pesos cada uno de ellos para hacer obra pública, lo cual por cierto no quieren que la ciudadanía lo sepa. Es decir, los regidores del Ayuntamiento capitalino van a ejercer la misma cantidad que los diputados locales tienen presupuestados cada uno de ellos, con la salvedad que éstos no los ejercerán directamente, sino que las obras las realizará el gobierno estatal.

Y es que si los regidores lograron dos millones de pesos, ¿por qué no otros miles de pesos más? ¿Por qué no aprovechar el río revuelto para sacar ganancia? ¿Por qué no exhibir al alcalde como un mal hombre, que se venga de ellos por el hecho de que no aprobaron una propuesta en Cabildo?

Cierto. Dice el dicho que para que la cuña apriete debe ser del mismo palo, y así como ocurre en Mártir de Cuilapan, con el síndico municipal, al que por cierto la presidenta municipal lo invitó en su momento para que se integrara a su planilla, sin ser de su partido, así también está ocurriendo en Chilpancingo, en donde algunos regidores y un síndico son los que están chantajeando al alcalde Marco Antonio Leyva Mena.

Se entiende, por supuesto, las críticas de los regidores del PRD, pues las suponen como parte de su chamba, aunque eso sí, como ya dijimos, le ocultan a la población, y a su partido, que el gobierno municipal que encabeza Leyva Mena les asignó dos millones de pesos para que cada uno de los ediles hiciera obra pública. ¿Dónde? Solo ellos saben. ¿A favor de quién? Igual respuesta. Pero, qué pasa con los ediles del PRI, partido al que pertenece el presidente municipal?

Es pues ridículo el argumento que esgrimen los regidores del Ayuntamiento capitalino, el de que el alcalde les retuvo su salario porque no aprobaron en sesión de Cabildo una propuesta de cambio de uso de suelo. Y es ridículo e infantil porque el salario que perciben, que ahora sabemos es de 30 mil pesos quincenales, no se puede retener. En todo caso, el presidente municipal les hubiera quitado los dos millones de pesos, pero como no se quejan de eso, se supone que lo siguen manteniendo.

En fin. Al igual que en Apango, y como ocurre también en otros municipios, los regidores y los síndicos quieren dinero. Ya les gustó cobrar sin trabajar, y engolosinados, ahora quieren más, y por eso, con presiones y denuncias, así como con la toma de los palacios municipales, e incluso con exigencias de desafuero y juicio político en el Congreso del estado, pretenden obligar a los presidentes municipales a que les den más. Carajo, no se llenan!

Y EN OTRO ASUNTO, el diputado local por el PRD, Sebastián de la Rosa Peláez es puntual: ’Hay que preguntarle a los dirigentes del magisterio, a los del SNTE y de la CNTE qué fue lo que pactaron con el Gobierno federal antes de que se aprobara la reforma educativa’. Y es que, dice, tanto los dirigentes del SNTE y de la CNTE, fueron los que acordaron la mencionada reforma.

En efecto, por esos acuerdos a favor de la reforma educativa que hoy critican, los dirigentes de la CNTE no dijeron nada al respecto, precisamente porque la habían pactado. Fue hasta que se llegó al proceso de la evaluación, que la desconocieron, como consecuencia del descontento de una parte del magisterio, por cierto, la que menos estudios tiene.

Lo cierto es que fue la propia CNTE, por un lado, y el SNTE por el otro, los que acordaron y aprobaron, en los hechos, la reforma educativa que posteriormente validó el Congreso de la Unión. Por supuesto que eso no lo dicen los dirigentes del magisterio que hoy la critica y que busca, haciendo uso de la presión, el chantaje y la provocación, echarla abajo. ¿Y los beneficios que obtuvieron vía el secretario de Gobernación?

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