Epístolas Surianas

(Carta a Don Héctor)

(Carta a Don Héctor)
Periodismo
Junio 15, 2017 06:36 hrs.
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De Julio Ayala Carlos › guerrerohabla.com


ES CIERTO. TODOS LOS TRABAJADORES, y no solo los que están dentro del gobierno, deben percibir un buen salario, entre otras cosas, para que vivan bien, para que desempeñen su labor de manera eficiente, y para evitar caer en actos de corrupción. En todo esto, nadie puede estar en desacuerdo, e incluso lo reconocen los propios patrones.

Sin embargo, y aquí viene el pero, eso no significa que el patrón les pague lo que no tiene, como es el caso de los trabajadores sindicalizados del Ayuntamiento municipal de Chilpancingo, quienes exigen un incremento salarial del 15 por ciento al sueldo base, y un 30 por ciento en prestaciones, y al no obtenerlo no solo han cerrado el Palacio Municipal y paralizado las labores administrativas del Ayuntamiento, sino que han estado bloqueando las calles del centro de la ciudad.

¿Cómo es que los trabajadores sindicalizados del gobierno municipal de Chilpancingo exigen más de lo que sus compañeros, del mismo sindicato al que pertenecen, obtuvieron en Acapulco, que fue de un 4.2 por ciento al sueldo base, y en Iguala fue de 5.0 por ciento? ¿Cómo es que en estos dos municipios estuvieron de acuerdo en aceptar esos incrementos, y aquí en Chilpancingo exigen el 15 por ciento?

¿Cómo es que no aceptan el 8 por ciento que les ofrece el gobierno capitalino, que representa mucho más a lo que obtuvieron sus compañeros de Iguala y Acapulco, y en esa negativa, no solo, reitero, paralizan las actividades administrativas del Ayuntamiento, sino que bloquean calles y afectan a todos los chilpancinguenses?

Es indiscutible que tiene razón el gobierno capitalino. Acceder a las demandas de los trabajadores sindicalizados de un 15 por ciento de incremento al sueldo base, y 30 por ciento en prestaciones, está fuera de su alcance, en primera porque no tiene esos recursos que significan al menos 40 millones de pesos anuales, los que no tiene presupuestado, en razón de que el incremento promedio al salario es del 5 por ciento.

Reitero. Las demandas de un mejor salario son justas, pero ¿cómo hacerle para cumplirlas si no hay recursos? ¿Hay que endeudar al Ayuntamiento para tener contentos a los trabajadores sindicalizados, que no son más de 700, cuando la plantilla laboral es de poco más de tres mil?

¿O hay que tomar los 40 millones de pesos que se requieren para atender a los 700 trabajadores, de los recursos destinados a obra pública, servicios y otras acciones de gobierno? ¿Tiene sentido dejar sin obra pública y servicios a los chilpancinguenses para atender las demandas de los trabajadores sindicalizados?

Nadie, reitero, está en contra de que los trabajadores perciban un mejor salario. El hecho es que no se tienen los recursos, a menos que se desvíen, en perjuicio de los chilpancinguenses, para pagar un mayor salario a los que por cierto, por el hecho de ser sindicalizados, solo trabajan de 9 de la mañana a tres de la tarde, mientras el resto de trabajadores, de confianza, numerarios y supernumerarios, que ganan mucho menos, y en cambio tienen una mayor carga de trabajo.

¿Qué hacer, pues? La respuesta, creo, es acudir, las partes, a las autoridades laborales, a fin de que sean éstas quienes, de acuerdo a la ley, resuelva en consecuencia. Y es que la acción de gobierno no puede paralizarse por menos de la tercera parte de los trabajadores sindicalizados que están empecinados en conseguir sus demandas a costa de gravar las arcas municipales que, ciertamente, están disminuidas por los recortes presupuestales.

A propósito, este jueves es quincena, día de pago, y el resto de los trabajadores del Ayuntamiento capitalino, o mejor dicho, la mayoría, no podrán recibir su pago en razón de que los manifestantes paralizaron las actividades administrativas, incluidas las de Finanzas, encargada de realizar los pagos.

Por cierto, dicen los que saben que el paro de los trabajadores sindicalizados del Ayuntamiento de Chilpancingo también tiene tintes políticos. Y es que los partidos políticos están en la antesala del proceso electoral cuya elección será en el 2018. Sacar al PRI de la capital del estado es un propósito que traen algunos y que en cada elección acarician como un hecho.

Comentarios: julio651220@hotmail.com

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