Durante una reunión de seguridad pública, donde estuvieron presentes más de 60 habitantes del municipio, denunciaron que "los delitos siguen existiendo aunque las autoridades no lo saben"’.
Ante la presencia de Eduardo Valiente Hernández, comisionado estatal de seguridad ciudadana del Estado de México y de Gerardo Mendoza, fiscal regional de Texcoco de la PGJEM, los vecinos evidenciaron a la policía de Rigoberto Flores pues afirmaron que existe "una plena desconfianza en la policía municipal" por la incidencia delictiva que se sigue registrando en la entidad.
Los vecinos, en su mayoría comerciantes, precisaron que los secuestros, robos a casa habitación y extorsiones continúan ocurriendo.
Además denunciaron que los carteristas y farderas siguen operando en la localidad por la nula intervención de la policía municipal.
Por estos hechos solicitaron el cambio del comisario de seguridad, así como la instalación de más cámaras de videovigilancia.
Con respeto a las solicitudes de los vecinos, Eduardo Valiente explicó que debido a que no existen denuncias por los delitos de secuestro y extorsión es difícil que se puedan investigar, por lo que pidió que los casos sean dados a conocer a las autoridades correspondientes.
A la petición del cambio de comisario, quien fue puesto desde el mes de octubre de 2016, por la crisis de inseguridad que se vive en la zona, Valiente Hernández pidió a la ciudadanía un plazo de tres meses para que cambie su percepción, de lo contrario, afirmó que se buscará nuevo comisario.
Ante los señalamientos de desconfianza de la policía municipal, el priista Rigoberto Flores sólo mencionó que existen 16 cámaras de videovigilancia operando y que están trabajando en la seguridad del municipio.