Chicotazos

El manejo tendencioso de una resolución emitida por la Sala Regional Especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, respecto de un recurso interpuesto por el Partido de la Revolución Democrática en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador y otros, entre ellos el delegado del Gobierno Federal en Guerrero, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, puso en evidencia el interés por dejar fuera a éste último de la carrera sucesoria del 2021.

Sin bien el Procedimiento Especial Sancionador enmarcado en el expediente SRE-PSC-71/201 sometió a investigación tanto al titular del Poder Ejecutivo Federal, a la secretaria María Luisa Albores González, a los delegados, subdelegados y otros funcionarios menores adscritos a la Secretaría de Bienestar, al final la resolución determina en la mayoría de los casos la inexistencia de violaciones a los hechos denunciados por el PRD, que básicamente se refieren a presunta promoción personal o partidista con recursos públicos.

A lo mucho, en uno de sus puntos (séptimo y octavo), la sala da vista al Örgano Interno de Control de la Secretaría de Bienestar del Gobierno Federal, así como a la titular de dicha dependencia para los efectos precisados en la resolución.

En otras palabras, será esa instancia, es decir, el Organo de Control Interno de la Secretaría, o en su defecto la misma titular, quien determine la sanción administrativa -en caso de que así lo considere pertinente- aplicable al caso concreto de quienes hayan incurrido en alguna irregularidad.

Esta conclusión, contenida en la misma resolución (que por cierto consta de 301 cuartillas para quien guste echarle un vistazo) echa por tierra la falsa versión de que Pablo Amílcar había sido inhabilitado para ocupar cargos públicos o participar en procesos electorales venideros. Llama la atención, eso sí, que este manejo tendencioso de la información la hagan algunos individuos y sedicentes medios de comunicación afines a un personaje externo al partido Morena, que sueña con ser candidato a gobernador por ese partido.

Y es que más allá de la argumentación perredista que promovió el recurso ante el TEPJF, hay que recordar que, como en el futbol, el partido aún no empieza, los equipos ni siquiera preparan sus alineaciones, sin embargo hay quienes ya quisieran que el árbitro comience a sacar tarjetas. Luego se ve que se les cuecen las habas. Vale.