DE FRENTE Y DE PERFIL
RAMÓN ZURITA SAHAGÚN
Un duro golpe para el gobierno mexicano representa la detención por parte de la policía española de Humberto Moreira Valdez, sobre quien se fincan diversos delitos en el país ibérico.
Lo es porque en México surgieron una serie de señalamientos en su contra de los que jamás se le deslindó, al tiempo que él mismo optó por un bajo perfil, alejado de las tareas políticas.
Humberto Moreira es un personaje político que ganó fama por alcanzar la gubernatura de su estado a edad temprana, al tiempo que le imprimió un sello distintivo a su personalidad que lo convirtió en un sujeto simpático, dicharachero y cercano al pueblo.
Creció rápidamente en la actividad política, en la que fue secretario estatal de Educación, presidente municipal de Saltillo y gobernador en menos de seis años, de donde saltó a la política nacional como presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional.
Moreira hubiese sido uno de los personajes cercanos al candidato presidencial de su partido (Enrique Peña Nieto) y como tal miembro de su gabinete, si antes no se orean una serie de asuntos pendientes en su gobierno.
El dirigente priista fue relevado pronto de la dirigencia de su partido, por lo que asumió el control del mismo Pedro Joaquín Coldwell, quien a cambio de eso fue integrado al gabinete presidencial como secretario de Energía.
De no haberse ventilado algunos asuntos de los que dejó pendientes en Coahuila Humberto Moreira Valdez sería hoy parte del gabinete presidencial y, tal vez, hasta sonaría como uno de los prospectos sólidos del priismo para la candidatura presidencial.
Hoy el ex gobernador de Coahuila y ex dirigente nacional del partido en el poder se encuentra recluido en una prisión de España, donde será procesado por delitos varios que van desde el equivalente a lavado de dinero, corrupción y malversación de fondos.
La información que fluye desde España puede considerarse confusa sobre los delitos, aunque lo real es que el político mexicano se encuentra detenido y en vías de ser procesado.
No se le consideró sujeto de fianza, ya que existe el temor de que pueda huir de la justicia española, por lo que mantiene resguardado.
Sobre la actuación de Moreira como gobernador en México, existen una serie de dudas, ya que se le adjudica el endeudamiento del estado, además del uso de documentos apócrifos para conseguir los préstamos, así como el desvío, de recursos.
El hoy detenido fue, en su momento, uno de los gobernadores más populares del país, ya que le encantaba la fiesta y era muy participativo en las mismas, por su gusto por baile y la bohemia.
Humberto fue candidato del PRI al gobierno de Coahuila, a pesar de la oposición del entonces gobernador Enrique Martínez y Martínez, secretario de Agricultura al inicio del gobierno de Enrique Peña Nieto.
Lo fue por el apoyo decidido desde la dirigencia nacional de su partido que presidía Roberto Madrazo Pintado y avalado por su “madrina” Elba Esther Gordillo Morales.
Moreira Valdez ganó con amplitud los comicios y se dio el lujo de solicitar licencia a su cargo un año antes, para integrarse como dirigente nacional de su partido y dejarle el camino libre a su hermano, Rubén, quien fue el siguiente gobernador electo.
Durante la administración del menor de los hermanos Moreira Valdez sucedieron una serie de eventos trágicos en la entidad, como fue el derrumbe del tiro de la mima de Pasta de Conchos, donde quedaron sepultados más de 60 trabajadores.
También le tocó la explosión de un tráiler cargado de dinamita en una de las carreteras más transitadas del estado, lo que provocó la muerte de 37 personas, 240 heridos y media centena de vehículos destruidos.
Pero la tragedia también sacudió al ya para entonces ex gobernador, cuando uno de sus hijos, el mayor, fue secuestrado y asesinado en el mismo estado que ya para entonces gobernaba su hermano mayor, Rubén.
La historia de Humberto Moreira Valdez se desenvuelve en medio de claroscuros, ya que marginado de la política decidió establecer su residencia en España y dedicar su tiempo al estudio y al acondicionamiento físico.
Estudió un doctorado y vivió en Barcelona por largo tiempo y posteriormente cambió su residencia a Cuernavaca, Morelos, para evitar el estado que hoy gobierna su hermano, con quien mantiene diferencias y se encuentra distante desde el trágico suceso donde fue asesinado su hijo mayor.
Humberto comprendió que la protección de su “madrina” Elba Esther había terminado desde el momento mismo en que ella fue apresada y confinada en el reclusorio, donde todavía se encuentra sometida a proceso y se mantiene lejana del círculo de poder al que perteneció en algún momento de la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto.
Ahora Humberto deberá esperar la resolución de las autoridades españolas que determinarán si procede o no el amparo interpuesto para que Moreira Valdez obtenga la libertad bajo fianza y pueda enfrentar el juicio en su contra de esa manera.
Se habla de que la sentencia a la que puede hacerse acreedor Humberto Moreira Valdez abarca seis años de prisión, en el mejor de los casos.
Pero los problemas del ex gobernador de Coahuila parece que apenas inician, ya que los señalamientos en su contra que han realizado algunos de sus colaboradores y amigos empresarios, podrían ocasionarle mayores dolores de cabeza, al tener que enfrentar a las autoridades estadounidenses, ya que se transfirieron fondos públicos que no fueron declarados y que llevaron a ser detenidos a varios personajes que parecen haber negociado un trato con las autoridades a cambio de información privilegiada contra el ex gobernante.
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