Con los dedos en la puerta

La pinza fue cerrada. Y de eso se trataba: intentar neutralizar la rebeldía política del edil con licencia de Chilpancingo, Marco Antonio Leyva Mena. Por un lado, el Congreso local turnó a la Comisión de Asuntos Políticos y Gobernación, la solicitud hecha por el ex edil, a fin de reincorporarse a sus actividades como alcalde. Con el exhorto del presidente de la Mesa Directiva y militante del PVEM, Eduardo Cueva Ruiz, a que respetara las instituciones. También al alcalde suplente, Jesús Tejeda Vargas. Y por el otro, el Sindicato Independiente del Ayuntamiento de la capital, liderado por Domingo Salgado, marchó con un pequeño contingente por las calles del centro de la ciudad capital, a fin de reactivar la Revocación de Mandato contra Leyva Mena. De ahí se lee lo demás.
COBIJAS QUE ARROPAN.- De pronto, los ojos de todo el priísmo local y de los partidos políticos opositores, se posaron sobre la figura de Marco Antonio Leyva Mena, el polémico edil tricolor con licencia que nunca dio resultados como alcalde. Pero que hoy, movido por evidentes intereses políticos y explotando la coyuntura, se lanzó a fondo no solo contra el suplente en la alcaldía capitalina, Jesús Tejeda, sino contra el propio mandatario estatal, Héctor Astudillo Flores. Hay que ir por partes: A) La ruptura esta vez, fue total. Las palabras textuales, así lo confirman: ’me enfrento a un aparato dirigido desde el ángulo más oscuro del poder en el Estado, el cual utilizará métodos legales y extralegales para poner todos los obstáculos posibles. El problema es que no me alinee a las decisiones unipersonales y de capricho de El Príncipe’. En sentido figurado, ’El Príncipe’ es el gobernador Héctor Astudillo. B) Al responsabilizar de su seguridad y la de su familia, al propio mandatario estatal tricolor, Leyva Mena, dio por entendido que podrían desaparecerlo por todo el alboroto causado. ’He dejado con un notario de la ciudad de México la historia de mis conflictos políticos, no tengo otros, y el interés que se podría tener, hoy o mañana, en mi desaparición’. Sin embargo, en un punto le asiste la razón: los cargos de elección popular son irrenunciables. Y si el gobernador Astudillo, evalúo que con la licencia de Leyva Mena, obsequiada por el Congreso del Estado, bastaba para expulsarlo de la alcaldía, la salida legal no era esa, sino justamente, la revocación de mandato. Por confiado, al gobernador le falló el cálculo político. C) Al ser parte del equipo de campaña del candidato presidencial tricolor, José Antonio Meade, el ex edil con licencia midió bien el terreno político que pisaba. Antes de dar ese paso, se arropó con esa pesada y gruesa cobija. Por eso, a través de esa inconformidad política se percibe no solo la irritación de quien aspira a sustituir al actual presidente tricolor del país, sino del propio Peña Nieto, quien manda clara la señal en el sentido de no estar de acuerdo con la forma poco ortodoxa proyectada Astudillo Flores, para dirimir los conflictos políticos internos. Y por eso mismo, el dirigente estatal del PRI, Heriberto Huicochea Vázquez, ha guardado un sospechoso y convenenciero silencio, en torno al escándalo político protagonizado por Leyva Mena. En cierto modo, éste último sorprendió a todos los priístas fuera de la cancha. Lo peor es que no pueden hacer nada: ni meterlo a la cárcel, ni amortiguar el escándalo ni expulsarlo del PRI. El gobernador Astudillo, no sabe en realidad, cómo enfrentarlo. Entre los consejos políticos del equipo de José Antonio Meade, y la operación ruidosa de Leyva Mena, lo agarraron con los dedos en la puerta. Ese es el punto.
HOJEADAS DE PÁGINAS…A la par del conflicto público, las agresiones contra la prensa también se incrementaron. Y así, periodistas de varios medios de comunicación, locales y nacionales, fueron amenazados en la comunidad de La Concepción. Tanto por intolerantes Policías Comunitarios, como por autoritarios, Policías Estatales, Federales y Ministeriales, quienes los encañonaron. ¿Es así como el gobierno estatal garantiza y fortalece la libertad de expresión?