Concatenaciones

La decisión de la Reserva Federal estadounidense de subir sus tasas básicas de interés, llevó al Banco de México a elevar las propias, y llevar el rédito primario a más de cinco puntos porcentuales.
Los sucesivos desastres económicos que han marcado la vida de las actuales generaciones de mexicanos, han originado que en nuestro país hasta el más lego tenga cierta idea de que lo que tales movimientos significan.
Ya sabemos que si el interés crece en Estados Unidos aquí el incremento debe ser mayor para retener capitales que de otra manera emigrarían con la facilidad que lo hace el dinero, con lo que la economía nacional se descapitalizaría y se producirían mayores presiones de devaluación.
Pero subir la tasa de interés es una medicina amarga por las secuelas nocivas: al encarecer el crédito se inhiben las nuevas inversiones y se incrementan los costos de los productos, hay el riesgo real de una mayor inflación, decae la producción y el consumo, se reduce la creación de empleo e incluso eventualmente puede haber menos puestos de trabajo.
Además, la Reserva Federal anunció este movimiento como el primero de los que pueden ocurrir durante el próximo año, con lo cual nuestras dificultades crecerán.
Todo esto se suma a la incertidumbre por la llegada de Trump al poder y las barbaridades que puede llevar a cabo en cuanto asuma el poder, para hacer más complicado el manejo de la economía nacional.
Así que nada bueno nos aguarda para el año próximo. Sólo el espejismo que siempre trae consigo diciembre y la derrama extraordinaria derivada de los aguinaldos y prestaciones de fin de año, así como la coyuntural recuperación de los precios del petróleo, ha amortiguado el golpe por estos días.
Pero ya llegará enero con su legendaria cuesta, el mundo recibirá a Trump, y entonces sí, el futuro se nos manifestará en toda su negrura.
Entretanto, disfrutemos las fiestas navideñas.