Luego de estos días de festividad en la Huasteca Hidalguense, donde se vistió de color, aromas, sabores y mucha música, ayer concluyeron estas actividades, con cientos de personas que acudieron al panteón a visitar a sus fieles difuntos.
Familias reunidas con la esperanza de estar entre los muertos, acompañados de música y muchos sentimientos fue como se vivió este año el Xantolo en Huejutla y municipios aledaños, como es la tradición desde hace 500 años, según vecinos de estos lugares durante tres días, se ofreció café, bocoles y carnitas a los visitantes de esta fiesta.
En esta celebración destacaron la danza de los huehues, personas con disfraces, máscaras y un ambiente de alegría mas que de luto, para la comunión entre vivos y muertos; muchos de los atuendos son confeccionados por ellos mismos, representan al diablo o la parca, a los viejos, mujeres e incluso la participación infantil es importante en cada baile.
De igual manera y muy apesar de sus dificultades internas, la comunidad de Huitzotlaco, del municipio de Atlapexco, también olvidó sus diferencias para celebrar la bienvenida de sus difuntos, la grandeza de su paisaje, de su gente adulta que ofrendó a sus muertos el humo del copal, de sus alimentos y de su chocolate caliente.