Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Imbatible… | José Luis
El presidente del Senado, el panista Ernesto Cordero, junto con su grupo en la cámara alta, propondrán la aprobación de un decreto que obligue al INE a retener el 50% de los 6 mil 702 millones de pesos destinados a las campañas de 2018 de los 9 partidos políticos registrados, a fin de que sean destinados a los damnificados de los terremotos ocurridos en este septiembre.
En forma casi paralela, la dirigencia de Enrique Ochoa Reza en el PRI, anunció que este partido renunciaba a 258 millones de pesos de sus ingresos públicos, en apoyo a la reconstrucción y a los damnificados por los sismos.
En un comunicado emitidos a media tarde. El PRI le exige al INE la entrega inmediata, legal, transparente y apartidista de estos recursos a la Secretaría de Hacienda para que los 258 millones sean destinados de lo más pronto posible a los afectados.
Durante la semana anterior, Andrés Manuel López Obrador afirmó que convocaría al Consejo Político de Morena, a fin de aprobar un recorte de 20% de sus ingresos para que él los pueda entregar en efectivo, pese a peso, a damnificados del terremoto del 5 de septiembre y que afectó a Oaxaca, Guerrero y Chiapas.
AMLO no ha ampliado esta propuesta para los damnificados del terremoto del 19 de septiembre que afectó a los habitantes de la Ciudad de México, Puebla y Morelos.
En una actitud preventiva, el presidente del INE, Lorenzo Córdova, entrevistado respecto a las intenciones de López Obrador de repartir personalmente el 20% de los recursos destinados por el INE a Morena, le recordó que eso implicaría un delito, ya que las prerrogativas están destinadas a un fin concreto: las campañas electorales.
Es por ello que Cordero, ex secretario de Hacienda y hoy presidente del Senado, buscará que el Congreso apruebe un decreto que le daría un curso legal y ordenado al recorte del 50% de las prerrogativas otorgadas por el INE a todos los partidos políticos, para luego ser destinados a los damnificados.
’No podemos ser insensibles’
Mientras Cordero promueve el decreto justiciero la dirigencia del PRI pide que los 258 millones 617 mil pesos a que renuncia de sus prerrogativas, sean destinados al apoyo de los afectados por los sismos del 7 y el 19 de septiembre en Chiapas, Oaxaca, Ciudad de México, Estado de México, Guerrero, Morelos, Puebla y Tlaxcala.
Y, para evitar que esta donación sea utilizada con fines partidistas, deberá ser entregada en forma legal, transparente y sin tintes políticos a la Tesorería de la Federación.
De esta forma, asegura el tricolor, la secretaría de Hacienda destinaría a su vez estos dineros a las instituciones encargadas de entregar el apoyo a las personas que lo necesitan más, sin oportunismo político.
’Los partidos políticos tenemos que ser sensibles a las demandas de los mexicanos. Los damnificados por los sismos necesitan del apoyo de todos, sin simulaciones’, subrayó la dirigencia del PRI.
AMLO no confía
Desconfiado, sin creer en nadie que no sea en sí mismo, López Obrador buscará formarse en la ventanilla bancaria para sacar en efectivo quizá unos 130 millones de pesos, que representan el 20% de las prerrogativas que le deberá entregar el INE para la campaña electoral de 2018, a fin de entregar moches directos, peso sobre peso, directo en mano de los damnificados.
El obsesivo tabasqueño no ha aclarado con qué rasero repartirá el dinero entre los afectados, por ello no se sabe si sólo serán beneficiarios los afectados que sean militantes de Morena, o si también le daría su mochada a afectados que sean militantes del PRI, PAN, PRD, PVEM, PT, MC, Panal y Pes, es decir a afectados pertenecientes a la Mafia del Poder.
Si sólo entrega a los afectados que se presenten con credencial de Morena en mano, entonces será un acto de precampaña absolutamente político-partidario… si no pide credencial, entonces estará beneficiando a militantes opositores en un acto que podría calificarse de intento abierto de compra de voto.
¡Vaya dilema!
La vía del decreto
Lo que evitaría que AMLO incurriera en tales irregularidades e incongruencias, sería la aprobación del decreto que pretende promover Ernesto Cordero.
De tener éxito, Cordero lograría reorientar quizá unos 3 mil 351 millones de pesos de los 6 mil 703 millones que fueron aprobados para financiar las actividades y campañas electorales de los 9 partidos en 2018.
De acuerdo al financiamiento aprobado:
El PRI recibiría no 1 mil 689 millones, sino 844;
El PAN, en lugar de recibir 1 mil 281 millones de pesos, recibiría sólo 640 millones.
El PRD, no obtendría los 774 millones aprobados, sino sólo 386 millones.
El PVEM en lugar de ingresar 578 millones de pesos, obtendría 289 millones.
Movimiento Ciudadano de 537 ya aprobados, sólo recibiría 268 millones.
Nueva Alianza, en lugar de 419 millones registraría un ingreso por 209 millones.
Morena-AMLO en lugar de 649 millones ya aprobados, recibiría 324 millones, ¡órale!.
PT –que estuvo a punto de desaparecer hace unos meses-, de 377 millones bajaría a 188 millones.
Y el PES de 398 millones aprobados para 2018, tendría que operar con 199 millones.
De este tamaño sería el recorte si prospera la propuesta de Cordero. Un recorte mucho menor al tamaño de la enorme irritación social que provoca el gasto discrecional de los partidos políticos.
Vieja propuesta
Lo retomado hoy por Ernesto Cordero y algunos de su grupo en el Senado, es apenas una parte de lo propuesto por ellos el 29 Enero de 2017, cuando pidieron reformar los artículos 41 y 116 de la Constitución para eliminar el financiamiento público.
Acompañado entonces por los senadores blanquiazules Roberto Gil Zuarth y Jorge Luis Lavalle Cordero indicó que ese recorte sería parte de un seguimiento al Plan de Responsabilidad Económica, que había sido anunciado por su bancada 14 días antes.
El 29 de enero, Cordero, Gil y Lavalle indicaron que ’el fortalecimiento del sistema de partidos ha sido una de las claves del éxito de la transición democrática’.
Que ello ’intensificó la competencia electoral, permitió la institucionalización de la pluralidad, dotó de eficacia a los equilibrios y contrapesos e hizo posible las alternancias en el poder’.
A pesar de eso, dijeron, ’las prerrogativas de los partidos políticos han crecido sustancialmente en las últimas tres décadas’.
En busca de recobrar equilibrios, es que entonces propusieron el recorte del 50% de las prerrogativas de todos los partidos.
Indicaron que ese recorte no pondría en riesgo la operación cotidiana de los partidos ni la promoción del voto.
En cambio sí terminaría con el incentivo perverso derivado del ’incremento sin control del costo de la competencia electoral, en detrimento de los ciudadanos’.
Es así que indican Cordero y otros, ante la desgracia nacional provocada por los terremotos en lo que va de septiembre, el recorte al propuesto a inicios de este año a partidos de políticos, se hace más urgente y necesario.
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