Postigo
José García Sánchez
Tras dos décadas de ejercer el poder, el Partido de la Revolución Democrática se convirtió en la antípoda que pretendía combatir: se corrompió y se alejó de las necesidades más apremiantes de las personas.
La inminente llegada al poder de la Ciudad de México por el grupo comandado por Claudia Sheimbaum, a pesar de los escándalos generados por el colegio Rébsamen, se explican, en gran medida, por el hartazgo que sufren los capitalinos por un equipo de gobierno que hizo de la corrupción y el autoritarismo su divisa.
¿Cómo fue posible que un partido que se decía heredero de la más noble tradición de lucha insurgente contra el presidencialismo imperial terminó convertido en una réplica de las peores tradiciones del priísmo de los setenta?
Al parecer el perredismo fue carcomido por los poderes fácticos sobre los que fincó su poderío para ganar elecciones. Efectivamente, basar su fuerza electoral en gremios y corporaciones clientelares ocasionó que en vez de crear ciudadanos, el PRD terminara creando ’líderes’ que ’cobraron’ acarreos de personas a las urnas con cargos y recursos públicos a su favor.
Bajo este esquema de operación, René Bejarano no resultó ser una célula cancerosa aislada. Al contrario, el espacio que dejó la salida de este grupo en las filas del perredismo inmediatamente fue ocupado por otros Capos que aunque Usted no lo crea, tienen peores ’usos y costumbres’ como los que han mostrados Leonel Luna y Mauricio Toledo.
Parece que ahora Bejarano palidece ante la voracidad de los de sus ex pupilos que no les importó dañar la imagen del Jefe de Gobierno y ’su partido’, tras pretender capturar, para su propio beneficio, los poco más de 8 mil millones del fondo para la reconstrucción de la Ciudad de México.
Ante el inminente arribo al poder por parte de Claudia Sheinbaum, Luna y Toledo saben que corren riesgos y por ello es que a base de amenazas y dinero, aseguraron escaños como candidatos a diputados plurinominales para gozar de fuero legislativo por los próximos tres años.
Pero la operación no termina con la obtención de una curul por parte de Toledo y Luna. Ambos saben que para su tranquilidad requiere necesariamente, del control de los organismos que, en el futuro, podrían dejar al descubierto su forma de actuar y para ello, buscan de forma decidida, la captura-control de los organismos que integrarán el Sistema Local Anticorrupción.
No es accidente que los más de 140 funcionarios que deberían designarse con motivo de la implementación del Sistema Local Anticorrupción de la Ciudad de México esté detenida. Antes bien, ésta parálisis legislativa se explica por las burdas maniobras que han realizado Toledo y Luna para poner en estas posiciones a personas a modo.
A manera de ejemplo, basta ver la forma con la que han tratado de capturar a los siete Comisionados que deberán integrar el Pleno del órgano garante de la transparencia a partir del 1º de abril próximo. Para estas posiciones han promovido con particular insistencia personas que a todas luces no cumplen con los requisitos de ley y que en cambio, sólo obedecen a los intereses de estos legisladores.
Son los casos de Gustavo Figueroa, impulsado por Leonel Luna y que no tiene experiencia en materia de transparencia; Carlos Jiménez, yerno de Luis Ernesto Serna, además de ser ex candidato perdedor a diputado y ex asesor de Leonel Luna; Vianey Fabiola Lozano, funcionaria menor en la Secretaría de Desarrollo Social; Ileana Hidalgo Rioja, esposa del Presidente del Tribunal Electoral de la CDMX e incondicional de la dupla Luna-Toledo. El PRI impulsa a René Muñoz Vásquez, Presidente de la Fundación Colosio en la CDMX y Alejandra Mendoza, pasante de Derecho y reprobable trabajo como encargada de despacho de la dirección jurídica. El PAN va por Daniela Lisa Ross, esposa del Secretario Técnico del PAN en la ALDF sin experiencia en la materia.
Ante este escenario, cabe preguntarse si la primera minoría comandada por César Cravioto, dejará consumar una designación de funcionarios que busca garantizar la impunidad a una coalición gobernante que ya se va. Lo veremos en las próximas horas.
