El Fondo Monetario Internacional (FMI) presentó el estudio de la economía mexicana bajo el artículo IV (el cual se realiza anualmente cuando un país se une a dicha institución). En el mismo se estimó que la economía del país crecería 2.1% en 2018 y 2.3% en 2019, agregando en la perspectiva que el combate a la corrupción atraerá inversiones y fortalecerá el estado de derecho.
Además, el FMI prevé que la inflación se reduzca en la segunda mitad de 2019, convergiendo con la meta del Banco de México, de 3%. En este mismo sentido vio con buenos ojos las mejoras que el banco ha realizado en torno a fortalecer su transparencia en materia de comunicación.
También destaca que el Fondo hizo fuertes referencias al próximo gobierno, en donde enfatiza algunos elementos que observa como positivos y, algunos otros, como generadores de incertidumbre.
En términos generales, el FMI dijo que una ’avalancha política está cambiando a México después de las elecciones del primero de julio. El presidente electo López Obrado y su partido obtuvieron la mayoría en el congreso y varias gubernaturas estatales, incluyendo Ciudad de México. Además, avanzó la representación femenina, pues en el nuevo congreso cerca del 50% son mujeres.
Lo “bueno”
El FMI ve con buenos ojos varias de las promesas de campaña que ha hecho López Obrador, particularmente el intento de acabar con la corrupción y fortalecer el estado de derecho.
“A pesar de las reformas estructurales, la desigualdad en México continúa; de hecho los crímenes están en máximos históricos y la percepción de la corrupción continúa creciendo”. Por ello “hacer énfasis en fortalecer el estado de derecho y combatir la corrupción aumentaría el potencial de crecimiento y combatiría la desigualdad”.
Además, el Fondo cree que reforzando las regulaciones del mercado del trabajo, mejorando el sistema de pensiones e incrementando la seguridad social se fomentaría el empleo formal, que ayudaría a reducir la pobreza y desigualdad.
Lo “malo”
Por otra parte, el FMI también observó algunos temas que podrían causar incertidumbre, en cuanto a las políticas que tome el gobierno de AMLO.
“Uno de los principales riesgos es que no se sabe a qué dará prioridad (la nueva administración), sobre todo a la luz de un espacio fiscal reducido, además de la continuación de la reforma energética”.
“Además la incertidumbre también rodea al futuro de Pemex y al destino de la construcción de un nuevo aeropuerto”.
El organismo añadió que es probable que este escenario continúe hasta que se publique el paquete presupuestario de 2019.