Conocí al maestro Fernando Chávez cuando cursé mi último año en la secundaria Emiliano Zapata de la Unidad ISSSTE, Texcoco.
Aunque siempre me gustaron las matemáticas, nunca había pensado en concursar.
Fue mi hermano Carlos, cuando estaba en la preparatoria en Chapingo, quien me habló de un maestro que daba clases de matemáticas los sábados en el Colegio Panamericano, no lo conocía, pero le platicaron de él.
Sin más que pensar, nos dirigimos caminando desde Chapingo hasta el Colegio Panamericano, ya que no teníamos dinero para el transporte.
Mis hermanos Carlos y Margarito me daban su beca de Chapingo para la comida y la renta, pero no nos alcanzaba para algo más.
Al llegar al Colegio Panamericano, mi hermano Carlos preguntó si yo podía asistir a las clases, y el profesor Fernando nos informó que los chicos que ya estaban entrenando estaban adelantados y que faltaban dos meses para el concurso Pierre Fermat, además el Colegio cobraba $1500 pesos por los entrenamientos, nos desanimamos al no tener el dinero para pagarlos.
Sin embargo, el profesor Fernando me dijo que si quería me quedara ese sábado a escuchar la clase, mientras mi hermano Carlos me esperaba afuera del salón pacientemente.
Al finalizar la clase, el profesor Fernando se acercó a mi hermano y ofreció pagar los $1500 pesos para que pudiera seguir asistiendo a los entrenamientos, así lo hice, y todos los sábados durante dos meses fui caminando desde Chapingo al Colegio Panamericano para entrenar.
Gracias al apoyo de mis hermanos y del profesor Fernando, logré obtener el tercer lugar a nivel nacional en el concurso Pierre Fermat dos meses más tarde y posteriormente el primer lugar nivel preparatoria en el Estado de México en la Olimpiada Mexicana de Matemáticas, siendo alumno de secundaria.
El maestro Fernando continuó entrenándome y apoyándome hasta mi ingreso a Chapingo.
Representé al Colegio Panamericano durante todo el tercer año de secundaria, ya que la escuela Emiliano Zapata del ISSSTE donde cursaba de manera normal mi último grado, se negó a respaldarme.
Fue gracias al profesor Fernando Chaves que comencé a estudiar matemáticas.
El profesor Fernando dejó un gran legado en sus estudiantes, hizo que amaramos las matemáticas, y lo recordaremos con mucho cariño.