La Ruta del Jaguar

Dicho esta, lo que es será

Dicho esta, lo que es será
Periodismo
Abril 26, 2020 22:55 hrs.
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José Arroyo Reyes › guerrerohabla.com

La verdad que difícil escribir algo de lo mucho que le esta pasado a la humanidad en estos días aciagos. Sin embargo, tratare de hacer una breve reflexión. Hace algunos años estudie fotografía en la ciudad de Houston, Texas. Recuerdo que ’la teacher’ no decía que para ser un buen fotógrafo sólo se necesitaba tener ojo clínico ’ver cosas que otras personas no pueden distinguir.
Luego entonces, agregaba que era bien importante también tener una excelente cámara de varios cientos de dólares y aprender el manejo de la luz y las técnicas también muy importantes. Sin embargo, reiteraba que lo más importante era tener la visión o el don para observar y fotografiar los pequeños e insignificantes detalles de la vida.
Esta enseñanza hoy en día la aplico en mi vida en el arte de la fotografía, de manera especial para ver y distinguir los pequeños detalles que en estos días la naturaleza y Dios nos expresa.
La naturaleza reclama a la humanidad el daño que le hemos ocasionado en el aire, la capa de ozono que cubre los rayos del sol que da existencia, el deshielo en el ártico, los mares y océanos, ríos, lagunas y bosques de donde emana el oxígeno, el alimento, la flora y fauna que necesitamos los humanos para vivir ’esta agresión al sistema ecológico ya nos está endosando la factura’.
Por supuesto que en estos caminos por el mundo existe mucha gente escéptica a lo que le está ocurriendo a la humanidad, con el contagio de la pandemia del nuevo coronavirus, llamado con el nombre oficial de SARS-CoV-2 y que engendra el mal conocido con el nombre de Covid-19, enfermedad que no sabemos hasta dónde nos va llevar realmente.
Por supuesto que esta virus ya inmovilizó al mundo en lo general sus actividades, tanto la económicas, las políticas, lo sociales, en la salud, lo cultural y religioso principalmente. En este tema de la fe, habremos de decir que este bicho que esta creado seguramente por la mano y mente maligna en algún país del orbe, sólo para perjudicar sin compasión a la raza en general del mundo.
Esta epidemia aunque no la originó y conceptúo Dios, sí la permitió; y saben por qué? Pues para que nosotros los humanos a los que nos dio un alma y un cuerpo, nos acordemos de Él. Que existe y que nos ama porque somos la razón de su misión en la tierra hace más de 2 mil años. Por cierto, está ya próxima su segunda y última venida, así nos lo dice las Sagradas Escrituras para que se descubre el velo del telón de la obra llamada ’vida’.
Claro que para entender las revelaciones de la Biblia no se requiere tener el ojo clínico o una buena cámara fotográfica para entender y darnos cuenta que esto es irreparable y va ocurrir tarde que temprano. Los científicos vaticinan este apocalipsis para el año 2050 si las cosas continúan igual.
La Biblia es que un conjunto de libros canónicos del judaísmo y el cristianismo se consideran producto de inspiración divina y un reflejo o registro de la relación entre Dios y la humanidad, nos habla que antes de que sucedan estas cosas, veremos vicisitudes que nos asustarán y perderemos la tranquilidad, entre ellos, las plagas, contaminación, la falta de agua, alimento, guerras entre países, sismos, huracanes, tsunamis, inundaciones e incendios entre muchas otras calamidades.
La mayoría de la gente tendrá como su dios a un becerro de oro y tendrán más dinero, poder, placeres, ambiciones, soberbia, rencor, indiferencia, los pleitos entre integrantes de las familias. Habrá mucha muerte, violaciones e injusticias entre personas’. Todo esto ya lo estamos viendo.
Por supuesto que mucha de la gente de este tiempo no quiere ver ni saber nada de esto porque sus mentes y ojos estarán ofuscadas y entender que el fin de estas generaciones están ya en camino. Sin embargo, aún es tiempo para enderezar el camino para apapachar a la Madre Tierra, amar al prójimo y orar.
Estas dos últimas sinecuras y la oración es la única fórmula para que al final del camino cuando desandamos del tren en alguna de las estaciones de la vida, podamos dar buenas cuentas de nuestra existencia al Creador quién seguramente nos recibirá y nos dirá: ’vengan benditos de mi Padre porque cuando tuve hambre me dieron de comer, de beber agua, me visitaron cuando estuve enfermo, en la cárcel y me alojaron…Ahora no solo nos queda esperar a que termine la pesadilla manteniéndonos en casa, usar el cobrebocas, el jabón, el desinfectante y mantener la calma y la Sana Distancia y que sea Dios el que diga la última palabra ’no tenemos donde ir’…gentedetaxco@hotmail.com

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