Contexto Político

El gobierno fallido de Antonio Gaspar


El gobierno fallido de Antonio Gaspar
Periodismo
Septiembre 08, 2021 22:54 hrs.
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Por Efraín Flores Iglesias › guerrerohabla.com


(Segunda parte)


Al igual que el presidente Andrés Manuel López Obrador, Antonio Gaspar Beltrán le echó la culpa de su rotundo fracaso como gobernante a uno de sus predecesores en el cargo. Me refiero a Marco Antonio Leyva (MAL), quien durante varios años fue su compañero de batallas en el PRI, instituto político del que ahora reniegan.
Desde luego que MAL no generó muchas expectativas cuando fue candidato a la Presidencia Municipal en 2015. Si cumplió su sueño como alcalde de Chilpancingo, fue gracias a Héctor Astudillo Flores y otros personajes que sí hicieron campaña en aquella elección en que el tricolor recuperó el poder en Guerrero, luego de diez años de gobiernos perredistas.
Al no costarle ganar la elección, hizo lo que quiso como gobernante. De entrada, se confrontó con muchos dirigentes de su partido, con el Cabildo que encabezó, con los alcaldes perredistas de Eduardo Neri y Tixtla (Pablo Higuera Fuentes y Hossein Nabor Guillén) y con el propio gobernador Astudillo. Y los ganadores de ese pleito y río revuelto fueron Antonio Gaspar y el PRD, que en la elección de 2018 mandaron en un lejano tercer lugar al PRI y a su candidata, Beatriz Vélez Núñez.
Durante su toma de protesta, el domingo 30 de septiembre de 2018, Toño Gaspar pidió perdón a los chilpancingueños por los ’agravios’ de los últimos gobiernos municipales y se comprometió a trabajar coordinadamente con el nuevo cabildo de Chilpancingo, luego de manifestar que el último tiempo (el de MAL) ha sido ’tiempo perdido’.
’Aquí de frente a todos ustedes le pido perdón al pueblo de Chilpancingo por los agravios que han sufrido en estos últimos años, espero que este nuevo gobierno marque un nuevo comienzo, que nos otorguen su voto de confianza, será una administración de puertas abiertas’.
Y ante aproximadamente dos mil personas que se dieron cita a su toma de protesta como presidente municipal, aseguró también que ’se fue la oscuridad, llegó la luz’. Demagogia pura.
Asimismo, adelantó que solicitaría inmediatamente una auditoría a todas las áreas del gobierno municipal para saber el estado que guarda la administración en materia financiera y administrativa, y se comprometió a acabar con los aviadores, y no contratar familiares.
Todo pintaba bien para que el PRD realizara un buen gobierno en Chilpancingo. El problema es que llegó al poder un ambicioso vulgar y que resultó peor que Marco Antonio Leyva. No en balde algunos usuarios de las redes sociales comentaron que ’Se va el MAL, pero llega Gaspeor’.
En efecto, de Guatemala se pasó a Guatepeor. El cambio prometido por Toño Gaspar resultó ser un fraude, ya que lo único que cambió fue el gabinete municipal. No así, la forma de hacer política.
El personaje que prometió una administración de puertas abiertas, se cerró al diálogo con los trabajadores del Ayuntamiento y de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Chilpancingo (Capach), a quienes en varias ocasiones les pagó impuntualmente sus salarios, bonos y otras prestaciones.
Se convirtió en un gobierno ciego y sordo como el de Carlos Salinas de Gortari, quien durante su periodo como gobernante llegó a decir: ’Ni los veo ni los oigo’.
Su soberbia, mitomanía y frivolidades lo hicieron perder el piso.
El pasado 6 de junio fue reprobado como gobernante. Su todavía partido (el PRD) fue enviado hasta el tercer lugar, por lo que hizo perder a su amigo Alejandro Arcos Catalán y a la coalición PRI-PRD en la capital del estado.
Los 25 mil votos que la Red TG (Toño Gaspar) presumió tener, no se reflejaron en las urnas. El PRI le aportó más votos a Arcos Catalán que el PRD.
El candidato a diputado local en el distrito 01, Fernando Calixto Cuevas, fue abandonado también por su ’amigo’ el alcalde. Y eso que es de la misma expresión política: Nueva Mayoría.
Al interior del Sol Azteca, Toño Gaspar es señalado de traidor y como principal responsable de la debacle de la coalición PRI-PRD en Chilpancingo. Su pésimo gobierno favoreció a Norma Otilia Hernández Martínez y a los candidatos de Morena en los distritos 01 y 02 locales y el 07 federal. Y no es para menos, pues algunos funcionarios del alcalde de marras apoyaron desde sus cuentas de Facebook a Félix Salgado Macedonio como candidato a la gubernatura.
Además, uno que otro personaje que en su momento se vieron favorecidos con el gobierno que engaña a la gente, forman parte del equipo de la alcaldesa electa por Morena, Norma Otilia Hernández.
Lo bueno de todo es que la pesadilla gaspareana está llegando a su fin.
A partir del 30 de septiembre dejará de disfrutar las mieles del poder y se enfrentará a su verdadera realidad: menos aliados políticos, menos amigos y repudiado por la mayoría del pueblo de Chilpancingo.
Gran parte de su servidumbre que todavía se le cuadra, lo abandonará y se echará a los brazos de la nueva mandamás del Ayuntamiento. ¿Muerto el rey, viva el nuevo rey (reina)?
Dice un refrán: ’El que siembra vientos, cosecha tempestades’.
I’m sorry.
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E-mail: efrain_flores_iglesias@hotmail.com
Twitter: @efiglesias

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