El Regreso

Amigas y amigos, colegas y colegos:


Gracias por sufrir con entereza mi ausencia del ciberespacio. No lo niego, también yo las y los extrañé. Aquí estoy otra vez.
Les comento que fueron semanas de acudir al chupasangre para montón de análisis y luego la espera a que me tomaran la angio tomografía axial computarizada (TAC) (cocografía) del polígono de Willis, para conocer del comportamiento de mis cuatro burbujitas mortales. Luego, el viernes 3 de febrero, vino la visita al neurocirujano.
El galeno revisaba y volvía a revisar las imágenes en la computadora. No daba crédito a lo que veía; hasta que le comenté:
-Doctor, le comento que para mantener a raya al virus del Chikunguya tomo diariamente dos almendras de un árbol (ya planté cuatro de ellos frente a mi casa) que es milagroso. Sin embargo, hay personas que se toman una infusión diaria con las hojas y les ha permitido la casi desaparición de las várices. Tengo el ejemplo de tres personas cercanas a mí a quienes les ha resultado de maravilla el té por la mañana. Sus várices están casi inadvertidas. En mi caso, creo, la función positiva al sistema circulatorio me ha beneficiado en mis arterias cerebrales, y en lugar de aumentar de tamaño los aneurismas, que es lo normal, éstos han disminuido.
El doctor dio una nueva revisada a las imágenes y comentó:
-El más grande ha disminuido considerablemente y los otros tres están prácticamente anulados.
-Además, le comenté, el zumbido en el cerebro desapareció desde hace semanas.
-Nos vemos en febrero del 2018 para su control –concluyó el neurocirujano que estaba dispuesto hace dos años a meter cuchillo en mi coco- y agregó: ¿Cómo dijo que se llama esa planta de la que no había oído hablar?
Así, por lo que se refiere a los aneurismas, ahí van, y van bien. El Pinche Bicho, ya no me da tanta guerra, aunque me canso mucho. Estoy consciente de que tardará 21 meses en desaparecer el virus de mi organismo y apenas hoy cumple un año.
Finalmente, me da mucho gusto la gran alegría que les despierta el saber otra vez de mí.