El voto útil

Como era de esperarse, la decisión de Irma Lilia Garzón Bernal de declinar por la candidatura de Mario Moreno, no les cayó nada bien a algunos actores panistas y menos a los morenistas.
El asunto es que el candidato del PRI-PRD sigue sumando simpatizantes provenientes de otros partidos.
Habrá que decirlo, del lado de Morena también se han visto algunas sumas a favor de Evelyn.
Sin embargo, lo interesante de las sumas como la de Irma Lilia es que lo hace para promover el voto útil a favor de la candidatura del abanderado de la alianza Va por México.
¿Pero qué es el voto útil?
Vale la pena explicarlo, porque esto responde a una campaña nacional que se mueve en las redes sociales, pidiendo a la ciudadanía que vote por candidatos que puedan ganar a los morenistas, es decir, algo semejante que promovían antes en contra del PRI y el PAN cuando estaban en el poder.
La argumentación es no votar por el partido oficial y sus aliados o satélites para recuperar el equilibrio partidista en las Cámaras de diputados locales y la nacional.
Además, promueven el no voto por los partidos pequeños que solo buscan sobrevivir con el 3 por ciento de sufragios y que terminarán engrosando a la fracción guinda.
La propuesta de este movimiento es que el ciudadano otorgue su voto a quienes vayan en segundo lugar donde los morenistas vayan encabezando las preferencias electorales.
Se trata, dicen, de no desperdiciar su voto en candidatos que no tienen ninguna posibilidad de ganar.
Y esa es la decisión que Irma Lilia tomó aun en contra de las decisiones de la dirigencia de su partido.
Sabía que no ganaría y para ella es más importante reforzar la candidatura de Mario Moreno y sus propuestas.
La estrategia del voto útil pretende que no exista un partido con la mayoría absoluta, para que se recupere la capacidad de diálogo y negociación entre las fuerzas en la vida nacional y las presentes en la Cámara de diputados.
Los consensos son importantes en la vida democrática del país, por lo que debe fortalecerse el pluralismo político y la capacidad de ser escuchadas y tomadas en cuenta organizaciones sociales, campesinos, defensores de la tierra y los bosques, grupos políticos, movimientos como los feministas y movimientos que luchan en contra de la discriminación y por el reconocimiento de los derechos de gays, lesbianas, bisexuales, transgénero, transexuales, travestis, queers, y algunos más presentes en la vida nacional, que llegan aglutinarse en las siglas LGBTTTAIQK.
Es decir, este movimiento busca fortalecer la pluralidad política, recuperar la certeza de que haya alternancia en el poder y la seguridad acerca de las libertades de los individuos, así como la posibilidad de que otros puntos de vista sean tomados en cuenta a la hora de gobernar y de implementación de acciones de gobierno.
¿Lo lograrán?
Solo se sabrá después del 6 de junio, día de la elección.