EL BUZÓN

En septiembre próximo tomarán posesión los nuevos 75 diputados que integran el congreso local en el Estado de México. Con ello los contribuyentes una vez más pagarán los elevados salarios y los privilegios de los que goza ese pequeño grupo.

Pese a la opacidad con la que se maneja la actual Cámara de Diputados mexiquense, se sabe que en la pasada legislatura cada uno de ellos recibía al año 4 millones 480 mil pesos, entre salarios y bonificaciones.

En la actual, es decir, la LVIII legislatura, los beneficios seguramente se incrementaron pues jamás han aceptado una reducción en sus percepciones y menos en las prestaciones adicionales, de no ser así porque durante casi tres años se han negado a informar cuanto devengan.

Como parte del dispendio en el que incurren los 75 diputados del Estado de México es el concerniente el Programa de Apoyo a la Comunidad (PAC), a través del cual, hasta el congreso anterior, recibían 2.5 millones de pesos mensuales en materiales de construcción, los cuales reparten entre sus allegados, familiares, incondicionales, los usan para comprar votos o simplemente se los quedan para edificar grandes construcciones como parte de su patrimonio.

La lista de apoyos económicos es larga por ejemplo en la Legislatura LVII, así se atendía cada uno de los 75 legisladores: salario neto de 90 mil pesos mensuales, 10 mil pesos mensuales para gastos telefónicos, 10 mil pesos más mensual para gasolina, 55 mil pesos mensuales para gasto de una oficina de atención ciudadana y la cereza del pastel, 2.5 millones de pesos por el mismo lapso para realizar obras.

Sin duda en la próxima legislatura los diputados, de todos los partidos, no van a renunciar a sus privilegios económicos y políticos, en tanto en el Estado de México impera la miseria, el desempleo y la inseguridad.
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Tan mal andan las cosas en el PRD que el regidor de ese partido del municipio de Toluca, Mario Medina, alertó que de no evitar los fracasos electorales y la infiltración del crimen organizado puede convertirse en un partido satélite del PRI y no en una alternativa para el electorado.


Sostuvo que si el PRD se mantiene vivo, es gracias a contados proyectos políticos de gobierno, es decir, en hechos, no en discursos vacíos.

El regidor se pronunció por cerrar filas para acabar con la corrupción, a la infiltración del crimen organizado, y a todos esos males generados por la cultura priista.

Reiteró que ante los recientes resultados adversos en la pasada contienda electoral, el PRD, corre más riesgo de convertirse en un partido satélite del partido en el poder, que competir por ser una mayoría legislativa con poder de Ley, en un hecho que en sus 25 años no ha logrado.


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