EL BUZÓN

El Presidente Enrique Peña Nieto rindió su segundo informe de labores, en el dio cuenta de diversos logros, entre ellos, las reformas estructurales, pero también reconoció que aún hay temas pendientes como la inseguridad y el económico, éste último aún no se percibe en el bolsillo de los mexicanos.
El Jefe del Ejecutivo federal, en su mensaje dejó en claro su forma de gobernar: incluyente y en la que prevalece el diálogo.
Muestra de ello es que estuvo acompañado por representantes de las diversas fuerzas políticas con presencia en ambas cámaras, a las cuales reconoció por haber contribuido en la concreción de las reformas estructurales.
Hizo importantes anuncios como la puesta en marcha de un nuevo aeropuerto y la ampliación del Metro en 43 kilómetros, lo que traerá importantes beneficios para millones de usuarios del DF y Estado de México.
“Ya está listo el proyecto del nuevo aeropuerto que se prevé tenga seis pistas para transportar a cerca de 120 millones de pasajeros al año, cuatro veces la capacidad del actual”.
Destacó que el nuevo aeropuerto “será el mayor proyecto de infraestructura de los últimos años en nuestro país, e incluso uno de los más grandes del mundo”.
Anuncio que al igual que la ampliación del Metro en 43 kilómetros, para beneficio del DF y el Estado de México, le valió nutrido aplauso de la concurrencia.
Obras que en el terreno electoral le dejarán importantes dividendos en ciudad de México y en contraparte disminuyen drásticamente la presencia del Jefe de gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera.
Por cierto el próximo día 17 de este mes, Mancera rendirá su segundo informe de labores. Hay expectación por saber qué es lo que informará, acaso que ya tiene los nombres de los culpables del desastre de la Línea Dorada, reconocerá que siempre sí opera el crimen organizado en la ciudad, o que el ambulantaje está fuera de control.
Es evidente que no hay logros trascendentes en su gobierno, si pretendía tomar la bandera de un nuevo aeropuerto y la ampliación del Metro en el DF, el presidente Peña Nieto se le adelantó y por mucho.
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La inundación que en días pasados causó estragos en Interlomas y afectó los bienes de familias de Palo Sólo, en Huixquilucan, dejó al descubierto una serie de irregularidades solapadas por el gobierno que encabeza el alcalde José Neyra.
Una de ellas es la práctica de rellenar la barrancas y ríos con cascajo por parte de transportistas de carga, lo cual les deja millonarias ganancias a políticos y empresarios de la zona. El gobierno local lo sabe, lo permite y lo fomenta.
Ante el gran crecimiento inmobiliario en la zona, y la necesidad de tirar miles de metros cúbicos de cascajo y tierra, un grupo de personas se ha dado a la tarea de comprar terrenos que tengan barrancas. Ya con los permisos correspondientes del gobierno local, esos cauces los convierten en tiradero de cascajo.
Cobran por viaje depositado, lo cual resulta un millonario negocio. Desperdicio que finalmente va a dar a los ríos El Borracho y San Joaquín. El resultado inundaciones nunca antes vistas, de las cuales las autoridades tienen gran responsabilidad.