El gabinete.. ¡No!, el presidente.. ¡Sí!

El pasado viernes los analistas políticos, comentaristas televisivos o como se denominen “los cuatro fantásticos” que supuestamente son moderados por Brozo, dispararon con misiles hacia la residencia presidencial de Los Pinos, ¿o enfocarían hacia el histórico Palacio Nacional? Dieron en el blanco. Pegaron en firme. No hubo respuesta oficial. No salieron a dar contestación ni el ahora semimudo Miguel Ángel Osorio Chong, ni el laureado Luis Videgaray Caso y mucho menos el ilustre aristócrata vocero presidencial, cuyo nombre no se hace famoso como el de Rubén Aguilar, el de la frase “lo que el Señor Presidente quiso decir….”.

La situación en el país, día a día es más grave. Los actos de corrupción siguen aflorando y curiosamente ocurren en el Estado de México, donde parece ser que los contratistas nacionales y los extranjeros gozan de privilegios desde el sexenio estatal de Enrique Peña Nieto y que el autoprecandidato presidencial Eruviel Ávila Villegas busca safarse del problema, minimizándolo. El proceso electoral es un verdadero desastre, como nunca se nota que al Presidente de México le importa un comino lo que suceda. La violencia va de la mano de la inseguridad en diferentes entidades y todo lo quieren resolver con discursos.

Pues bien, en el programa que se transmite por el Canal 4, hoy identificado como ForoTV, escuchamos dos frases fulminantes y expresadas con mucha claridad. La primera fue, palabras más palabras menos: “Calderón declaró la guerra a los narcos y los narcotraficantes le han declarado la guerra a Peña Nieto”. Como dice “El Perro” Bermúdez: ¡Zambombazo! No fue un tirititito, sino un balonazo directo. Cierto, aunque duela, pero el que la delincuencia organizada –apoyada por la no organizada—haya derribado un helicóptero militar, utilizando un lanza cohete de manufactura rusa, tiene muchas implicaciones.

Desde luego que los delincuentes estaban muy bien informados de los movimientos del Ejército y de la Policía Federal, porque deben tener “orejas”, “halcones”, “espías” o “soplones” en las altas esferas, porque suponemos que esos operativos deben ser un auténtico secreto de Estado o sea que no cualquier empleado civil o militar está enterado del plan. ¿Cómo se explica que esos sujetos, integrantes de un convoy terrestre, iban armados con lanzacohetes y dispuestos a cumplir la misión: derribar a la aeronave. La destrozaron y por eso murieron inmediatamente seis militares, tres ocupantes de la nave fallecieron posteriormente y quedan seis heridos.

Esos lanzacohetes entraron por una frontera, cruzaron por una aduana fiscal, sin ser vistos por el personal correspondiente y llegaron a su destino, como miles de armas son filtradas desde diversos puntos del Sur de los Estados Unidos de América. Por supuesto que las secretarías de Gobernación y la de Hacienda cargan con la responsabilidad, al igual que la Procuraduría General de la República, la Defensa Nacional y Marina. Su personal fronterizo a un ciudadano común y corriente le quitan hasta el suspiro, tras de “acucioso y detallado registro”.

La otra expresión que escuchamos en esa parte de “El Mañanero”, también fue de grueso calibre y aún más contundente. Hablaban de la poca capacidad de los integrantes del gabinete presidencial, de los hombres y de las mujeres que lo integran. El Presidente Peña Nieto se quejó hace tiempo de que ninguno de ellos daba la cara por él, que no salían en su defensa. La culpa no es de esos funcionarios de primer nivel, porque salvo Osorio Chong y Videgaray Caso, los demás parecen no tener derecho a pararse frente a las cámaras de televisión o colocarse los micrófonos radiofónicos. El de Comunicaciones y Transportes prefirió callarse, después de sus ridículos con las licitaciones para los trenes a Querétaro, a Toluca.

Es del dominio público que los secretarios de Despacho o también conocidos como “Secretarios de Estado” son designados por el Jefe del Ejecutivo Federal, después de ser seleccionados por su capacidad en la materia que se les asigna, por su honestidad, por su experiencia práctica. Al parecer por ahora no se tomaron en cuenta esos requisitos, entre otros, por lo que uno de “los cuatro fantásticos” o el mismo Brozo expresó que no se requería cambiar al gabinete, pero sí al Presidente Peña Nieto.

Surge entonces una interrogante más: ¿Qué ganaría el país, en estos momentos, con un movimiento en la Presidencia de la república? Si el remover a funcionarios fuese la medida ideal para encontrar solución a los problemas, tal vez debería darse el paso. En nuestra historia moderna, de 1934 a la fecha, se registra un cambio de miembros del gabinete presidencial. Precisamente fue el Presidente Lázaro Cárdenas del Río quien lo ejecutó tras de ser desterrado el general Plutarco Elías Calles. Don Pancho Madero fue el último presidente obligado a dejar el cargo tras los sucesos de “La Decena Trágica”, en 1913.

Bien, para que no quede duda, va completo el comercial, gratuito. Acompañan a Brozo, el periodista Rafael Cardona Sandoval, el circunspecto Juan José Rodríguez Pratz, siempre luciendo el color azul PANista, frente a ellos el perredista barbón Nacho Marván y la priista Beatriz Pagés Rebollar, de recién ingreso porque el sinaloense Enrique Jackson Ramírez será diputado federal plurinominal, figurando como prospecto para líder de la bancada del tricolor. Pasan de 7 a 8 de la mañana, los viernes, en el mencionado canal de Televisa.

PREGUNTA PARA MEDITAR:

¿Se convertirá en realidad el rumor que transmite “radio pasillo”, de que los cambios en el gabinete se darán después de conocerse los resultados de las elecciones del 7 de junio?

jherrerav@live.com.mx