R A F A G A
Jorge Herrera Valenzuela
Como decía Paco Stanley, una tras otra, dándose golpes en el dorso de las manos, para indicar que ’la seguía regando’, así continúa el Presidente de la República y el pasado domingo la hizo en calidad de ’primer priista del país’ –muy pronto será el único priista en México—al ’actualizar, modernizar e integrar’ el nuevo Consejo Político Nacional del partido político que hasta 1994 fue invencible.
Después de las dos derrotas consecutivas en elecciones presidenciales, los colores de su escudo priista se deslavaron y con los resultados en los comicios de 2015 y de 2016, el esplendoroso verde pasó a verde limón agrio; el blanco se manchó por la corrupción y por la impunidad; el rojo cambió a rosita. Imaginemos cómo van a quedar si cae el abanderado para gobernar el Estado de México. Para el 2018 el tricolor estará totalmente desteñido.
El Consejo Político Nacional fue un órgano muy respetado y respetable en las filas del priismo. Instrumento encargado de dar el visto bueno a los candidatos a puesto de elección popular, fundamentalmente el seleccionado para ganar, por votación de la ciudadanía, el cargo de Presidente de México. Ser miembro del Consejo revestía una singular distinción, aunque algunos asientos estuvieran ocupados por personas sin los méritos para ello. Lo conformaron gobernadores, senadores, diputados federales y estatales, algunos presidentes municipales, dirigentes de obreros, campesinos, mujeres y jóvenes, así como el sector ’popular’.
Sucede que el domingo se convocó a sesión del Consejo Político Nacional, advertidos de que escucharían un mensaje del Presidente Peña Nieto y se especulaba sobre quiénes serían los afortunados con el nombramiento avalado por ’el primer priista del país’. Insistieron mucho en que el primero sería don Luis Videgaray Caso, que dejó la titularidad de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público por planear, promover y traer a Los Pinos al candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos de América. Bueno, Videgaray ya es consejero.
No creo que los verdaderos militantes del PRI, los del voto duro, aplaudan a Peña Nieto cuando ratificó como consejero a Humberto Moreira Valdés, corrido de la presidencia nacional del partido precisamente por corrupto y hoy es el más fiel representante de la impunidad. El gobernador coahuilense que, se asegura dentro del PRI, está perdonado porque él fue el principal financiero de la precampaña del entonces gobernador del Estado de México y hoy Jefe del Ejecutivo Federal-
Según el académico moreliano metido a dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, creó una ’comisión anticorrupción’ para desterrar a los priistas corruptos, suspendió en sus derechos partidistas al gobernador jarocho Javier Duarte de Ochoa por ser presunto delincuente, pero él, Quique Ochoa, y su patrón hicieron consejero al nefasto Victor Flores, quien se apoderó de miles de millones de pesos de los ferrocarrileros jubilados. También se dio carta de impunidad a José Nelson Murat Casab, repudiado gobernador de Oaxaca, padre de Alejandro Murat Hinojosa que en unos días más será el gobernador en la entidad. Murat Casab presume que es ’el cerebro político del régimen’ y debe de ser cierto, por tanta corrupción.
Craso error político, también en la cuenta del ’primer priista del país’, enlistar a los miembros del gabinete. Si lo hizo, no lo pensó, para enfilarlos a la precandidatura del 2018, está equivocado. Luis Enrique Miranda Nava (el compadre ’de grado’ desde que estaban en Toluca) jamás contará con el voto de los electores por ser un sujeto majadero, prepotente y corrupto. Como subsecretario de Gobernación, el lío de la fatídica CNTE ’lo arregló’ con miles de millones de pesos y como Secretario de Desarrollo Social se ha enfrentado a senadores y diputados, mandándolos al rancho que ’El Peje’ tiene en Tabasco.
Colocados en sus sitiales de consejeros el hidalguense Miguel Ángel Osorio Chong y el ’citadino’ Aurelio Nuño Mayer, pueden estar seguros de que si alguno de los dos llega a figurar como candidato para suceder al mexiquense de Atlacomulco, no obtendrá el triunfo deseado, porque su PRI y el que manda en el PRI están, políticamente, perdidos en el espacio.
Después de aprobar la designación de Eduardo Sánchez, el llamado ’vocero presidencial’ con sueldo de subsecretario, al Presidente Peña Nieto le faltó colocar en el Consejo Político Nacional del PRI al intendente de Los Pinos, al velador de Palacio Nacional y a su equipo de seguridad militar. Total, como dice el cronista tepiteño Armando Ramírez: ’que tanto es tantito’.
PREGUNTA PARA MEDITAR:
¿Quiénes serán los candidotes, perdón, los candidatos que paguen las consecuencias en el 2017 y en el ansiado 2018, después de estas burradas no políticas?
jherrerav@live.com.mx
