Elección mexicanizada

A lo largo del año, los mexicanos de aquí y de allá han seguido el proceso de elección presidencial norteamericana que tendrá su punto culminante este martes, con una mezcla de fascinación y espanto.
A la esperanza de que gane la candidata demócrata Hillary Clinton se suma el miedo de que el hombre de los gritos, los insultos y las destemplanzas, dirigidas a ratos contra nuestro país, pueda hacerse con el poder.
Una elección cerrada, frecuente en el peculiar sistema bipartidista estadounidense, nos tiene esta vez con los pelos de punta.
Y es que muchas cosas negativas ocurrirán si Trump gana la elección. Pero lo que apenas empieza a vislumbrarse, es que el escenario puede ser peor, mucho peor, si no gana el magnate metido a político.
Por primera vez, por lo menos en la historia de las generaciones actuales, hay un candidato fuerte que no sólo descalifica a su contrincante, sino que recurrentemente explica los resultados desfavorables de las encuestas o una derrota de su candidatura como resultado de fraudes o trampas.
De manera optimista, puede pensarse que sólo es parte de la estrategia de campaña del candidato republicano y de su estilo de atrapar votantes, pero Trump ha amenazado ya con no reconocer el resultado de la votación si ’está amañado’.
Quienes hemos sufrido en México a lo largo de este siglo los comicios presidenciales sabemos lo que puede ocurrir cuando un candidato asume que sólo si triunfo es posible y que únicamente le pueden ganar con trampas.
En Estados Unidos eso nunca ha (había) ocurrido. Dicen los datos de los expertos que tanto en la elección de Kennedy contra Nixon, en 1960, como en la de Bush contra Gore, en el año 2000, pudo haber efectivamente triunfos tramposos, y que ambos perdedores pudieron impugnar el resultado. Ninguno lo hizo, porque una y otra vez prevaleció la convicción de que era más importante preservar la fortaleza y la confianza en el sistema político, que intentar dinamitar una elección.
A partir de este martes, esa historia podría cambiar. Y quién sabe que ocurra entonces.