En el PRD las cosas se pusieron candentes.

En el PRD las cosas se pusieron candentes. Y no tanto porque el llamado Frente Ciudadano por México (PAN-PRD-MC), acordara los consensos en las candidaturas en varios municipios de la entidad, sino porque en Acapulco en particular, se quedó en una situación de impasse. Porque el MC aspira a empujar candidato apoyado por el PRD. Así como lo hizo en la elección de 2012. Y de ahí se abren las lecturas.
WALTON: ALIANZA SOTERRADA.- El propietario del partido MC en Guerrero, Luis Walton Aburto, tiene una historia política nebulosa. Hay que ubicar la retrospectiva. 1.- Durante tres elecciones consecutivas por la alcaldía de Acapulco (2002, 2005 y 2008), Luis Walton fue solo a esa elección. Perdió en las tres. Y hasta la cuarta en 2012, al fin pudo ganarla. Lo hizo por una sola razón: fue en alianza electoral con el PRD. Al terminar su periodo en 2015, entregó muy malos resultados. Se midieron con la derrota de su partido. Y con el casi arribo del PRI a la alcaldía. Es decir, no trabajó para que la alianza PRD-MC-PT se mantuviera en los comicios del 7 de junio de 2015. Se entendía que debía regresar el favor partidista que lo llevó como alcalde. Pero quiso imponer candidato del MC que lo sucediera. Y la desbarató. Por eso el triunfo del PRD fue muy cerrado. 2.- En la elección de gobernador de ese mismo año, lejos de abonarle y apostarle a la izquierda, Walton se empeñó en ser otra vez, candidato de esa alianza. Fracasó en el intento. Optó entonces por irse por la libre. La aspirante del PRD, Beatriz Mojica Morga, perdió la elección. Porque todos los votos que Walton obtuvo como candidato a gobernador por el MC, le ayudaron decisivamente al PRI y a su candidato, Héctor Astudillo Flores. De ese hecho se entiende que, en pago por tan preciado e indirecto favor político, Astudillo designara como secretario de Contraloría y Transparencia Gubernamental, al ex diputado local del MC, Mario Ramos del Carmen. Y Abel Arredondo Aburto, como secretario de Fomento y Desarrollo Económico. 3.- Como en la elección de junio de 2015, Luis Walton, busca ejercer presiones políticas a fin de que el candidato del Frente Ciudadano en Acapulco, sea el diputado local coahuilense del MC, Ricardo Mejía Berdeja. Lo anterior representa en los hechos, otro ’favor político’ para el PRI y para el grupo político del gobernador Astudillo. Por varias razones: A) Mejía Berdeja, es conocido solo por su ruptura y constantes ataques políticos desde el Congreso local, contra el actual edil perredista, Evodio Velázquez Aguirre. Pero no ha ganado ninguna elección en urnas. ¿Cómo podría competir y ganarle a un hipotético aspirante tricolor que tiene estructura y ya fue a urnas? B) El PRD y la tribu los chuchos de NI, se percibirían demasiado condescendientes al ceder la candidatura a la alcaldía porteña, a un personaje como Luis Walton, que declinó ir con ellos en la pasada elección de gobernador. Es como si premiaran esa actitud suya. C) En el lejano caso de que Ricardo Mejía, quedara como candidato del Frente, su derrota electoral sería de mero trámite. Porque es evidente que la tribu Nueva Mayoría (NM) del actual edil Evodio Velázquez, así como otra más como la UIG, GG y NI, se sumarían al rechazo. Y a la razonable contra campaña electoral. Dicho escenario favorecería a dos actores: el candidato que emerja del PRI. Y por supuesto, al gobernador Héctor Astudillo. Indirectamente y como en la elección de junio de 2015, Walton y el MC operarían así, para mantener inquebrantable, su alianza política soterrada con el actual grupo gobernante.
HOJEADAS DE PÁGINAS…La repentina detención del ex edil priista de Tlapa, Willy Reyes Ramos, debe leerse en su justo contexto: ocurrió cuando el gobierno estatal atraviesa por multiplicadas crisis de gobernabilidad.