Enfrentamientos en Guerrero
Con rifles calibre 22 y machetes, los habitantes de poblados de Guerrero enfrentaran a la familia michoacana
México. D.F- Cesar Camacho Quiroz, líder de la bancada priista en San Lázaro, admitió que no es sencillo, el parar la ola de violencia que existe en el Estado de Guerrero, esta se encuentra muy arraigada desde hace varios años, solapada por las autoridades.
Dijo que Héctor Astudillo Flores, gobernador de la entidad morelense, tiene una herencia muy difícil de revertir, él está empeñado y quiere que los que creen en su causa política los respalden, porque su gobierno es desterrar a la delincuencia organizada de todos los municipios guerrerenses,
Héctor Astudillo, ha aceptado el reto de terminar con la violencia y combatir la delincuencia en sus diferentes niveles, pero tiene que aceptar el que enfrenta una inercia difícil de revertir en el poco tiempo en que está gobernando, esto lo enfatizó el funcionario parlamentario de la fracción Tricolor en la Cámara de Diputados.
Cesar Camacho Quiroz, dijo que el gobernador del Estado de Guerrero, cuenta con todo el respaldo del Presidente del País, pero también Astudillo Flores cuenta con el apoyo de los habitantes del Estado, quienes han formado Policías comunitarios, quienes ya están cansados de que la Delincuencia organizada conocida como la “Familia Michoacana” los secuestre y los prive de la vida en forma impune.
Mucho valor tienen los integrantes de la Policía comunitaria, quienes están dispuestos a enfrentarse con las diferentes células delictivas de este cártel, quien los tiene sometidos desde hace muchos años, el rencor y los sufrimientos sufridos a manos de la Familia Michoacana, les inyecta valor dado el caso que la delincuencia cuenta con armas de fuego modernas y los comunitarios con rifles calibre 22 y escopetas “que usan para cazar tórtolas.
El gobierno federal debe de tomar en cuenta este sacrificio de habitantes de los diferentes pueblos sometidos por los delincuentes, pero quieren morir de píe y no vivir de rodillas, este es una mostración de valor de gente que no le importa perder la vida, pero por una acción justa que es pelear por la paz, cosa que está muy lejos de lograrlo, pero si hay una amarga expresión en sus rostros, que ninguna autoridad los defiende. Pero los defensores se cubren los rostros con paliacates.
