#CRÓNICA
Dos ideologías se hicieron presentes en la ciudad de México para mostrar el ’músculo’ de los seguidores de sus respectivas causas: por un lado, los ahora ’oficialistas’ abarrotaron la Plaza de la Constitución en el Zócalo capitalino y por otro, los ahora ’opositores’ hicieron una manifestación simbólica en la Plaza del Monumento a la Revolución.
Poco qué decir de la manifestación a favor de Andrés Manuel López Obrador. Según las encuestas, era más que previsible que no tendrían mayor problema en llenar el zócalo capitalino con decenas de miles de personas; si acaso, la sombra de las viejas prácticas, donde seguidores identificados con el SNTE cargaban sin pudor sus bolsas con lunch: un boing de medio litro, un sandwich y unas galletas; tal vez faltaron los billetes y su bolsa de frijol con gorgojo para sr identificados con el PRIAN.
Incluso, quienes apoyan a AMLO se dieron tiempo de hacer una manifestación incluso más nutrida que la opositora para demostrar su apoyo al presidente. Quisieron ganar en los dos terrenos pero lo cierto es que si hablamos de la marcha, más allá de la concentración en la plaza más importante del país, se hablaron de tú a tú con los opositores, pues tampoco la explicó como pudo haber hecho.
Del lado de los opositores, citados días antes por el PAN, el PRD, Antorcha Campesina y hasta por los simpatizantes del ahora activista y víctima de un crimen innombrable Julian Lebaron, formaron unos pocos miles de personas, tal vez 20 o 30 a 1 menores que quienes apoyan al actual régimen, pero no por ello menos importantes que los otros.
Tal vez por su poca participación fue que los expresidentes panistas optaron por no participar en la marcha… o tal vez asistieron y su velo de invisibilidad involuntario provocó que no fueran captados por las lentes que los buscaban.
Al final,, el saldo fue blanco y si bien AMLO se puede anotar otra victoria contundente sobre sus contendientes, mismos a los que humilló, fue cierto también que los vencidos enviaron un mensaje: ’no estamos vencidos, tal vez no somos muchos, pero no todos en el país están conformes’, un señalamiento que como demócrata, AMLO deberá atender.
Por el momento, juzgando por resultados, la estrategia es correcta y pragmática por parte del presidente, pues incluso los internautas no pararon en burlas hacia quienes se decían mayoría y terminaron siendo una ridícula minoría, pero todavía estamos en la luna de miel y hacer las cosas bien no quiere decir en ningún sentido, que se hagan de forma perfecta. La crítica pues, debe hacerse y atenderse dentro de los propios seguidores, que en general aprueban, pero en lo particular, algunos muestran dudas.
