Los dos extremos de la política

Entre el amor y el odio

Entre el amor y el odio
Periodismo
Mayo 24, 2017 08:07 hrs.
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Jorge Victor Rodríguez › diarioalmomento.com

No cabe duda que esta sociedad política está bien pen… dejando a su consideración el punto que quiero tratar. El fin de semana se casó la hija del senador y líder del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps, el cual ha explotado PEMEX, valga la redundancia, dando lujos hasta a sus perros en aviones privados.

Cerraron gran parte de la colonia Polanco en la Ciudad de México, con policía de la ciudad que debería de cuidar a la ciudadanía y no a un grupo de políticos (mayoría priístas), prohibieron cámaras dentro del lugar para no ventilar (me imagino) el exceso de lujos que se debieron dar en la terraza del Hotel Camino Real; bastaba ver la seguridad que había, yo creo que ni el presidente tiene tanta seguridad y sobre todo privada, más los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (que se volvieron de seguridad privada).

No me interesa si se casa alguien, es su vida, es su perro y ellos lo bañan, pero lo que están haciendo con el dinero del país, eso sí molesta, los guaruras y todo el entorno de una persona que debería estar en la cárcel (Carlos Romero Deschamps) por todo lo que ha hecho con PEMEX, pero por ser amigo del presidente, parece intocable. No importa el salario mínimo, el robo en despoblado de gobernadores y servidores públicos, hay que hacer fiesta para celebrar como la ’crema y nata’ de la política se burla del pueblo mexicano.

Quisiera ver en realidad si así cuidan al ciudadano común, que trabaja y paga sus impuestos, no a muchos que roban y ajustan la ley a su parecer, a su beneficio y pareciera que somos ciudadanos de tercera, a los que deben de cuidar a los que elegimos para que nos protejan, a los que nos cuiden, no para darles guaruras a un grupo de personas que tienen el poder.

Hablando de poder, ya casi sale de la cárcel la bella, guapa y majestuosa mujer, la que por no estar de acuerdo con el Actual Presidente de México, por no darle su voto y el de los maestros terminó en la cárcel, la Maestra Elba Esther Gordillo, desde mi punto traicionada por el ahora Presidente del SNTE Juan Díaz de la Torre, confió en él y ahora el dirige, controla y manipula el sistema, no para una mejora de los niños, más bien para su beneficio y otros más.

La querida Maestra ya libró dos de los tres cargos que se le imputaron, ya está haciendo ruido desde las sombras (es literal), apoyando a otra Maestra para ganar las elecciones del Estado de México, es lo que se dice o menciona, no hay algo fehaciente para corroborar estos ’rumores’, lo que sí se puede mencionar y plasmar es que a poco menos de un año y salga de la presidencia Peña Nieto, muchas personas que mandaron a la ’congeladora’ resurgirán, entre ellas La guapa maestra Elba Esther Gordillo.

No tengo ni la más remota idea de lo que va a pasar en las elecciones del próximo 4 de Junio, cualquiera con una perspectiva amplia no votaría por el PRI, lo que sucede día con día, los feminicidios, los robos en transporte público entre desfalcos y cobros de uso de piso. Uno de los lugares más violentos de la República Mexicana, la familia Del Mazo (incluyendo al primo Peña Nieto), lo que hizo Arturo Montiel, y que no actuara nuestro actual presidente, bueno, su padrino no podía ser tocado, Eruviel, que podemos decir, y ahora castigar el voto, pero, ¿por quién votar? Delfina y el Peje con muchas posibilidades, detalle, hay muchas cosas que no son ’limpias’, quitar parte del salario a los trabajadores para mantener al ’peje’ y a Morena, los otros candidatos, casi sin posibilidades, a fin de cuentas la historia de siempre.

Como dicen, del odio al amor solo hay un paso, dalo y verás que fregadazo, quisiera ver cambios en mi país, que esta corrupción disminuya creíblemente, con los hechos del sábado lo dudo mucho, ¿cuántas cosas no se habrán arreglado? Todo en lo oscurito, sin evidencia de las negociaciones que pudieron hacer para seguir lastimando al pueblo y si piensan que escribo porque no me invitaron o no me dejaron pasar en Polanco, tienen razón. No, es cuestión de ver que en nuestras narices derrochan lujos, impunidad, prepotencia mientras un salario mínimo apenas alcanza para unos de guisado y refresco.

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