José Arroyo Reyes
Guerrero HABLA
¡Qué fortuna posee aquel o aquella que puede juntarse con otros que tienen ideas diferentes, aun así, los respeta como personas y los abraza como hermanos!
No hay tiempo para Guerrero para enderezar el camino. No hay tiempo que no se cumpla, o llegue puntual a la cita con la vida, así es el tiempo, llegó exacto para Guerrero y para Héctor Astudillo Flores.
Han sido diez largos años de espera para Héctor rumbo al poder hacia gobernar este bello pero bronco estado de Guerrero. Al fin, el día de mañana martes asumirá la responsabilidad soñada y acariciada por una década, no será nada fácil en estos tiempo cruciales en donde todo los habitantes de este estado vivimos en temor y en la zozobra.
Estamos viviendo con el Jesús en la boca todos los días, SÍ, incluyéndolo al hoy aún gobernador electo, pues ya sufrió en carne propia el miedo de estar en el lugar y la hora no indicada. Gracias a Dios que la broca no era con él, según así los expresó el propio Astudillo .
Pero por supuesto que no será nada fácil para este nuevo gobierno, incluso me atrevo a decir que es casi imposible desterrar la violencia en todo Guerrero, pero a la mejor si se pactado o controla la situación sea más loable, pues la gente sureña ya sueña con el final a esta pesadilla; que podamos vivir y trabajar en paz.
No quiero ser pesimista, pero siento que no va ser posible la paz pronta, pues los intereses de los poderes facticos, el político y el económico está ahí; como muestra basta un botón; el Presidente Enrique Peña Nieto, con todos los recursos del aparato de gobierno no ha podido frenar en tres años esta lamentable embate de crímenes en casi todo el país, al contrario, se han incrementado.
Luego entonces, dudo mucho que con la asunción al poder del gobernador Héctor Astudillo se vaya a terminar este terrible flagelo que estamos sufriendo todo los habitantes que hemos decidido quedarnos en nuestra tierra de origen, pues mucho guerrerense ya abandonó el terruño “más vale aquí corrió que aquí murió”.
Sin embargo, tenemos la esperanza y la fe que al menos las cosas mejoren con Astudillo para bien. Sin embargo, los problemas de inseguridad y económicos no van a saldar hasta que las autoridades de los tres niveles y órdenes de gobierno decidan aplicar justicia desde lo mas pequeño hasta lo mas grande “que empiecen por la casa”.
Pueden traer a Guerrero miles de gendarmes y armamento, sin embargo, sino se aplican la Ley, de nada sirve, los gandallas, los delincuente de cuello blanco y políticos rateros, van a seguir delinquiendo en las calles, en las empresas y en el propio gobierno sin que autoridad alguna los detenga.
Bueno así los veo, ojala y me equivoque y que en poco tiempo aquí en todo Guerrero volvamos a tener el PARAISO, respirar paz, armonía y que podamos abrazarnos y saludarnos como hermanos. Por supuesto que con todo mi corazón le deseo lo mejor a Héctor Astudillo, a sus esposa Mercedes y a sus hijos, que Dios les bendiga y les de la inteligencia para devolverle a los guerrerenses la alegría ROBADA y a los turistas la tranquilidad de transitar por carretera y calles sin desasosiego. Por supuesto que sí se puede, pero hay que aplicar la Ley sino todo quedará en buenas intenciones “al tiempo”.
