Opinión
Jaime Irra Carceda
La mayoría de los jefes de Prensa o directores de Comunicación Social tanto de dependencias estatales, como de las delegaciones federales en Guerrero, creen que es más importante contratar espacios en impresos o en plataformas electrónicas (Radio y TV) que emiten información desde la capital del país, que en medios informativos de Guerrero. Qué equivocados están. Aquí demostraremos el error.
He aquí los ejemplares que empresas periodísticas hacen llegar a Chilpancingo, la capital del estado y por tanto la más importante desde el punto de vista político, la mayor caja de resonancia en el estado.
Proceso, 700 a la semana
Diariamente:
*La Jornada, 360
*Milenio, 160
*Reforma, 110
*Universal, 110
*La Prensa, 110
*Excélsior, 30
*La Razón, 15
*Crónica, 20
La sumatoria, nada más de los impresos diarios que vienen de la capital del país hacia Chilpancingo es de 915 ejemplares en cada fecha.
Si comparamos la circulación diaria de los periódicos que se editan en esta ciudad capital, con la prensa que nos llega del DF, tendremos una diferencia abismal.
Nada más los periódicos Diario de Guerrero y Vértice alcanzan juntos un tiraje de más de 10 mil ejemplares diariamente.
Este simple ejercicio estadístico viene a demostrar que son más importantes los medios locales que los llamados nacionales.
Publicar en los medios nacionales sólo sirve para promocionar la imagen de los funcionarios públicos de Guerrero frente al Gobierno de la República o para enterar a nuestros paisanos que viven en el Distrito Federal sobre las actividades de los mismos servidores.
Quizás esto sea políticamente importante, pero más importante es que la población de Guerrero esté bien informada. Para esto son funcionales la prensa escrita, los noticiarios en Radio y Televisión, así como las Agencias de Noticias (criollas) cuya principal virtud es la inmediatez con la que difunden información en las redes sociales y en los mismos noticiarios electrónicos y en las redes sociales.
Además los medios del DF son, por mucho, más caros.
*La fuente de estos números es el señor César Mallares Armenta, el mayor distribuidor de periódicos en Chilpancingo.
