Estadio Che Guevara

En Ciudad Universitaria existe un espacio que debe ser regresado a la comunidad universitaria cuanto antes.
A ese espacio n tiene acceso la mayoría de la comunidad, está restringido, y es utilizado para hacer un gran negocio. Alrededor de ese espacio se venden garnachas, tortas, tacos y hasta drogas, siendo los principales clientes los jóvenes.
El espacio es controlado por no más de 20 personas, quienes aprovechan en benéfico propio, y no de la universidad ese lugar.
Al parecer el propio rector, junto con otros, pareciera temerle a este grupo de hampones que administra ese espacio y le permite quedarse ahí para que sigan explotando los lugares propios de los universitarios.
Ahí hay porros, fósiles, personas que no estudian ni trabajan.
La mafia que se ha adueñado de ese lugar desde hace muchos años, quiere enajenar al resto de la comunidad universitaria con sus formas de pensar, loquee en realidad significa un peligro ante la manipulación enajenare que dan a conocer en todo momento.
Ese espacio corresponde a todos y cada uno de los miembros de la comunidad universitaria y debe serle reintegrada con urgencia.
ese espacio se llama estadio de fútbol México 68.
El equipo Pumas no aporta dinero a la comunidad universitaria ala que usurpa su espacio. Pumas es una empresa privada desde 1977, propiedad del hijo de Carlos Slim, Carlos Slim Domit, Jorge Borja Navarrete (presidente), Paola Rojas Hinojosa, Andrés Conesa Labastida y Jorge Quintana Kawage. Ningún egresado de la UNAM.
Es decir, se afectan recursos públicos en beneficio de particulares. Pero esta mafia futbolera exige a la UNAm servicios de mantenimiento, remodelación, limpieza, mejoras y hasta ampliaciones, y los rectores blandengues lo autorizan y todavía asisten a los partidos apea darle legitimidad de universitarios a esos parásitos que comulgan con el poder en el propósito de ver al a juventud enajenada con el futbol.
Pero el equipo ni siquiera paga derechos sobre el escudo de la UNAM.
Durante el periodo del doctor Guillermo Soberón Acevedo, el ingeniero Bernardo Quintana Arrioja, dueño de ICA, propuso separar el equipo de futbol de la institución educativa, con la condición de que si había pérdidas las absorberían los empresarios y si hubiera ganancias las compartirían con la UNAm, pero sólo ha arrojado pérdidas para la UNAm y ganancias para los empresarios.
El 5 de julio de 1977, los Pumas fueron cedidos por 99 años al Club Universidad Nacional, AC.,, a la asociación encabezada por Bernardo Quintana Arrioja, a quien se nombró apoderado y presidente del Consejo Directivo.
El equipo Pumas legalmente goza de los benéficos de un espacio universitario al no ser fiscalizado por poder humano, pero siempre las ganancias son secretas y la mayoría de sus socios se guarda en un hermetismo digno de mejores causas.
Existe un gran misterio sobre los arreglos entre la UANm y el Club Pumas, la necesidad de que en la UNAM hay un equipo de fútbol que desvíe la atención de los jóvenes de los problemas que cho universitarios tienen la obligación se solucionar o por lo menos, cuestionar los métodos que incrementan el malestar social, impera sobre toda legalidad y fortalece la alianza entre gobiernos, cuela universitaria y empresarios.
Por eso cuando se desgarran las vestiduras por la toma del auditorio Che Guevara, donde un grupo de jóvenes autónomo en lo económico, contra quienes pronto procederán violentamente, toma un espacio para complementar las actividades culturales que la Universidad se ve impedida a fomentar, mueven a complicidad con los grandes intereses de los poderosos, como si esos vocingleros apoyaran más a la mafia atarantadora del fútbol que a unos jóvenes que puedan ser lo que sean y aún más, pero tienen mayor validez para el país y ejemplo a seguir que quienes usurpan el estadio México 68.
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