TENANGO DEL VALLE, Méx.- 27 octubre 2019. El Estado de México ocupa el primer lugar en la producción de flor a nivel nacional y en esta temporada, donde se recuerdan a los familiares fallecidos, la entidad juega un papel importante en esta celebración, en la cual las flores se integran a las ofrendas, adornos en los camposantos y regalos para quienes, desde el más allá, acuden a disfrutar y recordar lo que fueron en vida.
Con más de 3 mil 500 hectáreas, ubicadas en municipios como Atlacomulco, Coatepec Harinas, Malinalco, Tenancingo, Tenango del Valle, Villa Guerrero y Zumpahuacán, la flor de temporada traerá, este año, una derrama económica de mil 111 millones de pesos, y será vendida en manojos, ramos, docenas, gruesas y macetas.
Por su importancia, Darío Zacarías Capuchino, titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (Sedagro), se reunió con productores de flor de temporada de Día de Muertos para brindar incentivos agropecuarios por un monto de 180 mil pesos, el cual beneficia a 34 floricultores mexiquenses.
Tras la entrega de 34 equipos agrícolas, como aspersoras de motor, motocultores y motobombas, entre otros, el funcionario estatal aseguró que los apoyos para el sector florícola en la entidad son constantes, pues además de que el Estado de México es el líder nacional en la producción de flor, es un sector productivo al que se dedican 8 mil 200 productores y genera 55 mil empleos directos y 164 mil indirectos.
En esta temporada los campos de cempasúchil, crisantemo, gladiola, terciopelo, rosa, nube y alhelí, entre otras especies de temporada, inundan con sus colores naranjas y violetas los paisajes de la entidad e inclinan sus tallos para ser cortados, pues éstas indicarán el camino de vuelta a quienes ya fallecieron.
La comunidad de San Francisco Putla, en Tenango del Valle, es de las más productivas al respecto. Ahí, el floricultor mexiquense Roberto Romero Ávila comentó que ya inician el corte de flor de cempasúchil y otras especies, para la venta de estos productos que adornarán ofrendas, tumbas y hogares mexicanos y mexiquenses durante esta temporada de Día de los Fieles Difuntos.
“Gracias a nuestro Gobierno que nos ha apoyado con maquinaria, con fertilizantes. Yo sinceramente le doy gracias a Dios y a nuestro Gobierno porque en realidad, solos no hacemos nada, solamente con la ayuda de todos ustedes. De grandes personas que nos acompañan, que nos visitan”, señaló.
En ese sentido, el titular de la Sedagro, explicó que, si bien la flor de cempasúchil es la más representativa tradicional y culturalmente de la temporada de Día de Muertos, es el crisantemo, el que genera una derrama económica importante para el Estado de México.
“El crisantemo es una flor grande, barata y hermosa que el público prefiere por sus colores blanco y violeta, es una flor que se consume todo el año y que en esta temporada de muertos se estima que tan sólo la producción de crisantemo generará 555 millones de pesos, es decir, casi el 50 por ciento de lo calculado por toda la producción florícola de la temporada”, explicó.
Es de referir, que los productores mexiquenses ya tienen presencia en los puntos de venta de prácticamente todo el estado y entidades aledañas, como la Ciudad de México, donde mayormente se distribuyen las flores que serán usadas para trazar otros caminos, esos que bordeados de pétalos que señalan a los fieles difuntos el punto de encuentro con sus gustos mundanos.
Al pintarse los paisajes de la entidad con colores naranjas y violetas, Romero Ávila invitó al público a visitar todos los municipios de la entidad donde se produce la flor para que no falte en las ofrendas la flor de cempasúchil que es la más representativa y tradicional de la temporada de Día de Muertos.
“Los invito a que vengan asomarse, a ver para que vean nuestro estado, no nada más el sur, nuestras flores. Aquí también en Putla se da lo bueno también. Tenemos unas tierras muy fértiles que miren, vean ustedes toda esta hermosura de flor aquí la tenemos en Putla”.
Cabe destacar que la flor de cempasúchil es la tradicional flor de muertos, su color amarillo denota la fuerza de la luz del sol. En muchos lugares del país se acostumbra poner caminos de pétalos que sirven para guiar al difunto del campo santo a la ofrenda y viceversa.