De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Cada que se requiere del nombramiento de funcionarios para cargos de impartición de algún tipo de justicia, sea jurídica, electoral o cualesquiera otro tipo, surgen cuestionamientos sobre lo inmaculado que deben de ser los elegidos.
Siempre se duda sobre su pureza y si éstos resistirán mantenerse al margen de ideologías, militancias o preferencias y los principales críticos de los blasones de unos y otros son aquellos que respaldaron acciones similares en el pasado.
Y es que en algunos casos como el nombramiento de los fiscales, consejeros de todo tipo, ministros de la Corte, magistrados y otros más, saltan fuertes cuestionamientos sobre la trayectoria de los personajes propuestos.
En algunos de los casos, como es el correspondiente al INE, los consejeros son propuestos por los partidos políticos, de acuerdo a la afinidad que guarden con ellos y son censurados después por los propios partidos antagonistas del que los propuso.
Con los ministros de la Corte ha sucedido así, permanentemente, con personajes que han desfilado por los cargos públicos de gabinete o en oficinas públicas o hasta de dirigentes partidistas, apoyados por los partidos en el poder, pero cuando no lo tienen se lanzan en contra de ellos.
Tal vez suceda que en el país no exista la cultura de los jueces, sino que se recurre regularmente a profesionales que puedan ser afines a los cargos en disputa.
Sucede casi siempre que para los cargos de ministros o magistrados, especialmente para presidir los Tribunales de Justicia en los estados se recurra al cercano al gobernante en turno, sin importar su capacidad o experiencia para el cargo.
La revelación de los nombres de la terna del que debiera surgir el nuevo Ministro de la Corte fue severamente cuestionada por el ex presidente nacional del PAN y hoy senador de ese partido, Damián Zepeda, quien señaló ¿así de plano? ¿De la oficina de gobierno a la oficina de la Corte?
Y es que las tres abogadas que conforman la terna han estado vinculadas en alguna forma al actual gobierno: Margarita Rios-Farjat, directora del SAT; Diana Álvarez Maury, subsecretaria de Gobierno y Ana Laura Magaloni,(ex directora de la División de Estudios Jurídicos del CIDE) fue mencionada al inicio de la presente administración como posible Procuradora de Justicia de la CDMX.
Las tres mujeres han mostrado conocimientos en sus áreas de trabajo, son abogadas con prestigio y son parte de una nueva terna que permitirá dar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación una mayor equidad de género.
De acuerdo con el programa de trabajo del Senado de la República, el nombramiento del nuevo ministro deberá quedar aprobado antes del doce de diciembre, tres días antes del cierre de los trabajos legislativos y la intención es que su designación no deje sombra de dudas como las suscitadas durante la aprobación de Rosario Piedra Ibarra como presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
En esta ocasión, el coordinador de la mayoría senatorial, Ricardo Monreal, espera dar entrada a la terna y debatir sobre el tema con el respaldo necesario para evitar situaciones incómodas o hasta anómalas como la ocurrida recientemente, aunque sabe que tendrá que negociar con aquellos que no están conforma con los nombres que la integran.
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