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Nuestras sentidas condolencias para sus familiares y amigos, hasta su San Cristobal de las Casas, Chiapas, que tanto amo y en donde planeábamos reunirnos en fecha próxima.
Como olvidar que después de cada una de nuestras reuniones y Asambleas disfrutábamos del riquísimo café y de deliciosos quesos chiapanecos que nos obsequiaba.
Como olvidar las desveladas que nos dimos en Pekín, China mientras los encargados del transporte intentaban localizarlo en el sitio acordado del aeropuesto, mientras él dormía plácidamente en su habitación del hotel designado.
Como olvidar su reciente visita a nuestra ciudad Mexicali, capital de Baja California, con varios días de anticipación para conocer nuestra ciudad y su Valle, y su intención de visitar el Valle Imperial, E.U. Y después de nuestra Asamblea realizar una visita rápida a Tecate y Tijuana.
Como olvidar la expresión de felicidad cuando recorrimos los Subterráneos de la Chinesca en nuestra mañana de turismo y comparar la comida cantonesa mexicalense con la auténtica comida china. Descansa en paz compañero Ovidio que vivir y morir es Ley de Vida. Hasta siempre
