De política y cosas peores
Armando Fuentes Aguirre ’Catón’
’Aunque la boda debe darse por hecha vengo a cumplir el formulismo de pedir la mano de Glafira’. Con esas palabras altaneras se dirigió a don Poseidón el novio de su hija, sujeto sin oficio ni beneficio que andaba siempre a la cuarta pregunta. (Esa cuarta pregunta era la que los curas dirigían antiguamente al feligrés que se iba a casar. ’¿Eres católico?’. ’¿Perteneces a esta parroquia?’. ’¿No estás casado?’. Y la cuarta pregunta: ’¿Dispones de lo necesario para el sostenimiento del hogar?’). Don Poseidón se encrespó: ’¿Quién dice que debe darse por hecha la boda de mi hija?’. Replicó el galancete, imperturbable: ’Su ginecólogo’… Una hormiguita acertó a estar sobre un enorme elefante africano. Por algún extraño motivo el paquidermo se volvió furioso y entró en carrera loca a la aldea de los nativos. Derribó a su paso las chozas de paja, arrasó los sembradíos y dejó tras de sí una destrucción total. Desde lo alto del elefante la hormiguita vio aquello y exclamó: ’¡Uta! ¡Qué desmadre hicimos!’… Un tipo le preguntó a su amigo: ’¿Por qué no sales con mujeres?’. Respondió el otro: ’Padezco un grave problema sexual’. El amigo se azoró: ’¿Qué grave problema sexual padeces?’. Contestó el otro: ’No tengo dinero’. En ese problema grave, el de falta de dinero, se debate hoy por hoy la 4T, según lo muestran todos los indicios. El hecho de echar mano a los fondos de los fideicomisos es evidencia clara de que el régimen anda arañando dinero en donde puede. Decía un predicador: ’El día del Juicio Final será el llanto y el crujir de dientes’. Preguntó un escéptico: ’¿Y los que no tengan dientes?’. Repuso exasperado el del sermón: ’Para el efecto se les proporcionarán dentaduras postizas’. En igual forma, cuando a la 4T se le acabe el dinero será el llanto y el crujir de dientes, con la diferencia de que no habrá recursos para comprar las dentaduras. Y ese día, me temo, no está muy lejano. Como dijo la hormiguita: ¡Uta!’… El marido llegó tarde a su casa. Se metió en la cama y se acercó a su esposa con intenciones evidentemente eróticas. La señora le dijo: ’Hoy no. Estoy muy cansada’. ’¡Carajo! –exclamó el tipo con enojo-. ¿Pues qué les pasa a todas esta noche?’… Babalucas, enfermero, se iba estrenar como ayudante de quirófano. Dio principio la operación y pidió el cirujano: ’Bisturí’. Se lo entregó Babalucas. ’Pinzas’. Se las puso en la mano el debutante. Dijo el facultativo: ’Gasas’. Y respondió Babalucas: ’De nada’… El señor y la señora comían en elegante restorán. De pronto el señor se metió apresuradamente abajo de la mesa y se ocultó tras el largo mantel. Acudió con presteza el capitán de meseros y le dijo a la mujer: ’Señora: ¿por qué su marido hizo eso?’. ’No es mi marido -replicó ella-. Mi marido es aquel hombre que acaba de entrar’… Pepito le informó a su abuelo: ’Ya te puse un clavo en la pared’. El señor no entendió. ’¿Un clavo en la pared?’. ’Sí –confirmó el chiquillo-. Mi mami dice que cuando cuelgues los tenis vamos a tener dinero para ir a Disneylandia’… Aquel médico era proctólogo, y de la noche a la mañana empezó a ejercer como oftalmólogo. Explicó: ’El panorama es mejor’… Don Cucoldo iba a cumplir años. Su mujer le dijo: ’Te compraré una corbata’. ’No te molestes ni gastes –le pidió el señor-. Que mi regalo sea tu amor y tu fidelidad’. Tras una pausa preguntó la esposa: ’¿De qué color quieres la corbata?’… FIN