Comentario a Tiempo
Teodoro Rentería Arróyave
Como era de esperarse, el grupo histórico perdedor del calderonismo sumó otra desastrosa derrota el pasado domingo en las primeras elecciones directas por la dirigencia del Partido Acción Nacional, PAN.
Lo habíamos previsto, porque no se necesitaba de mayor ciencia, bastaba cierto conocimiento de la vida partidista del país para no apostar por la planilla que encabezó el alfil, también siempre perdedor, del ex presidente, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa.
El fracaso fue contundente, puesto que el triunfador, Gustavo Madero Muños superó al ex frustrado ex precandidato azul a la Presidencia de la República, por más de 13 puntos porcentuales. Ante tal descalabro, el senador con licencia Ernesto Cordero Arroyo no tuvo otra salida que aceptar la derrota y anunciar que no apelará la decisión de los panistas, y claro esconder la cabeza.
Que no nos venga ahora con el cuento de que es un acabado demócrata, cualquier falla por insignificante que hubiera sido en la jornada electoral o si el margen en la votación se hubiera estrechado, seguro que ya hubiera impugnado la elección, como lo había amenazado en forma reiterada.
Prueba de la anterior, es que no tuvo la grandeza de asistir a la sede de su partido para aceptar esa su derrota, mandó a su contlapaches, actitud que retrasó el anuncio del resultado de los comicios internos del blanquiazul.
El calderonismo se ha ganado el mote de grupo perdedor histórico, porque sus derrotas se inscriben en ese contexto: Cordero Arroyo perdió en su intento de ser candidato presidencial de su partido para el 2006, ello no obstante que contaba con el apoyo del Presidente de la República.
Ese mismo grupo perdió o dejó perder a su candidata presidencial, Josefina Vázquez Mota; la hermana Cocoa también fue derrotada en los comicios para la gubernatura de su natal Michoacán y cuando Felipe de Jesus Calderón llegó al Presidencia, “haiga sido como haiga sido”, cuando menos fue impugnada y aún se discute la veracidad de dicha elección.
Un incidente más, al cuñado incómodo, Ignacio Zavala, no le permitieron votar por una más de sus rabietas, decidió salirse del PAN hasta en tanto lo dirigiera Cecilia Romero.
Ante todo esto, lo que se desprende en forma precisa, fue la puntilla, el golpe final al calderonismo.
Cordero, no es más que un simple alfil, un fiel cordero de Calderón Hinojosa, quien lo mandó al matadero de la política.
Por ello mismo, como lo auguramos, sólo le queda al senador Cordero, entonar aquella estrofa infantil: “Los maderos de San Juan, piden queso, no les dan, les dan hueso y se les atora en el pescuezo”.
Periodista y escritor, Secretario de Desarrollo Social de la FELAP, Presidente fundador y vitalicio honorario de la FAPERMEX, miembro del Consejo Consultivo Permanente del Club Primera Plana. Agradeceré Sus comentarios y críticas en teodoro@libertas.com.mx, teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.mx, y www.clubprimeraplana.com.mx
