Gobernadores impunes

Graco Ramírez forma parte de un grupo de gobernadores que inexplicablemente se mantienen en sus cargos. De 2012 a la fecha existe una lista de mandatarios estatales que por menos de la mitad de lo que disponen o dejan de disponer, en otros tiempos se les hubiera exigido su renuncia.
Ahí está Javier Duarte, César Duarte, Rafael Moreno Valle, Manuel Velasco, Gabino Cué, Eruviel Ávila, que se sostienen en el poder a pesar de la indignación de sus víctimas que son los ciudadanos de sus respectivos estados.
El autoritarismo, la manera en que imponen sus reglas, la represión, el asesinato, la complicidad, la impunidad de los poderosos, la miseria, el encarcelamiento de líderes sociales, el hambre, la miseria, el desempleo, etc. Se intensifican en entidades donde los gobernadores prácticamente están de vacaciones o en espera de otro cargo público para mantenerse no sólo dentro del presupuesto sin cobijados por la impunidad.
La pasividad que ha mostrado el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, respecto a la forma de gobernar de diferentes mandatarios es preocupante, porque está en favor de este tipo de malos gobiernos o simplemente no le interesa el castigo a la sociedad del país de cuya paz social es responsable.
Los incidentes con el presidente municipal de Cuernavaca, las vicisitudes con el mando único podrían parecer sólo anécdotas pero forman parte de un todo donde los asesinatos, como el de la alcaldesa de Temixco debe ser considerado como un grave error de Graco.
Cada día son más los morelenses que exigen la renuncia del gobernador de Morelos, ahora, encabezados por el senador perredista Fidel Demédicis Hidalgo, líderes transportistas como Dagoberto Rivera Jaimes y de la Coordinadora Morelense de Movimientos Ciudadanos marcharon por las principales calles de Cuernavaca para exigir juicio político al gobernador Graco Ramírez y la destitución del titular de la Comisión Estatal de Seguridad, Jesús Alberto Capella Ibarra.
Los organizadores de la manifestación convocada a través de medios de comunicación y redes sociales, afirmaron que el asesinato el sábado pasado de la presidenta municipal de Temixco, Gisela Mota Ocampo, en su domicilio, es la prueba fehaciente de que Morelos padece “inseguridad y violencia de manera cotidiana”.
Morelos, señalaron los inconformes, sigue ocupando los primeros lugares a escala nacional en incidencia de delitos de alto impacto como secuestro, extorsión, robo de vehículo con violencia y extorsiones, y acusaron a Graco Ramírez y su gobierno de ser incapaz de garantizar la seguridad pública en Morelos.
Malas cuentas, autoritarismos, caprichos insospechados, represión, corruptelas, etc. Caracterizan el mandato de Graco Ramírez, quien muestra una vez más que el poder siempre será de derecha, aunque él insista que pertenece a un partido progresista, que dejó de serlo y vive una dolorosa agonía, a pesar de que lo sostiene en algunos lugares del país una alianza electoral.
Graco Ramírez seguramente y terminará su mandato sin incidentes contra él. La indiferencia sobre lo que sucede en el interior del país por parte de las autoridades federales simplemente permítele desgaste de sus contrincantes.
Sin embargo, la mayoría deseos gobernadores que debieron abandonar el puesto desde hace mucho tiempo son priístas.
Los Duarte, Javier y César, son dos pillos que están protegidos desde el centro del poder y que por muchas que sean las comisiones y propinas que les permitan enviar a los altos funcionarios públicos, no servirán para cubrir el desprestigio de un PRI que pareciera estar sostenido en el poder por alfileres.
Hay gobernadores de otros partidos cuya impunidad los eleva a rango de semidioses.