Por Marco Polo Aguilar

Guerrero no cambiará por arte de magia

Guerrero no cambiará por arte de magia
Periodismo
Noviembre 08, 2015 21:08 hrs.
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*Astudillo pide a alcaldes jalar parejo

*Ramírez Marín dejó un tiradero

Quién pensó que con el regreso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la gubernatura del estado todo iba a cambiar como por arte de magia, sencillamente se equivocó. En Guerrero, como en todo el país, se tiene la falsa idea que con un nuevo gobierno el panorama cambiaría en automático.
Es cierto que en Guerrero la situación general parece cada día más crítica, ejemplo de ello es el recrudecimiento de la violencia en gran parte del estado y en apenas a trece días del gobierno priista de Héctor Astudillo Flores, la cifra de víctimas de la delincuencia organizada ha superado todas las expectativas.
Trece días es muy poco tiempo para sopesar los alcances y anticipar la profundidad de los proyectos que están en proceso en el gobierno astudilista, pero lo que sí es necesario reconocer, es que, en algunos sectores de la vida estatal, algunas cuestiones que se mantuvieron estancadas en gobiernos perredistas, dejan atrás las capas de óxido, y para sorpresa de muchos, empiezan a moverse.
En primer lugar, la transición de gobierno dejó a un lado la neurosis y el rechazo a ultranza que desde las posiciones más encontradas de la derecha y la izquierda dividieron al estado entre los tibios, los malos y los peores, dejando a la sociedad en el abandono y a merced del chantaje político sin la posibilidad mínima de lograr los más ínfimos acuerdos, y lo que es peor, la dejaron descobijada para encarar al crimen organizado.
Unos días después de su toma de posesión, Héctor Astudillo y sus operadores, que trabajando horas extras desde el equipo de transición, lograron asir bien el timón de un barco que navegaba a la deriva y que sin rumbo amenazaba con estrellarse en la primera turbulencia que se presentara.
Cierto que hay opositores políticos a Astudillo que sólo están esperando que la nave naufrague para olvidarse de su capacidad autocrítica como militantes perredistas y no reconocer que en 10 años en que gobernaron, mantuvieron al estado semiparalizado, y que hoy que ha regresado un grupo con más oficio político, en casi una quincena, la maquinaria ha empezado a crujir en señal de que empieza a moverse.
Ningún inicio es fácil. Y si lo dudan, habría que preguntarle al propio presidente Enrique Peña Nieto, quien a todas luces es hoy el presidente mexicano más expuesto a la crítica en la historia.
Nunca antes un mandatario se vio en el ojo del huracán de la crítica pública, en el instante mismo de cometer un error, que por mínimo que fuere, se magnifica hasta el infinito a través de la inmediatez y la multiplicidad de las redes sociales.
Ya sea el lapsus del IFAI, o el nombre del autor de un libro o su aparición en una revista del corazón, la cuestión es que la imagen del presidente Peña Nieto se va a tierra en un instante. Incluso, es hora de que su prestigio no se ha podido recuperar por errores como la Casa Blanca o cómo el endoso su amigo Ángel Heladio Aguirre Rivero, con la desaparición forzada de los normalistas de Ayotzinapa y que echó por los suelos sus reformas estructurales a nivel internacional.
En el primer mensaje del gobernador Héctor Astudillo a los guerrerenses, más allá del teleprompter que hace parecer geniales a quienes no son capaces de memorizar una línea o improvisar un mensaje, nos habla de que la otrora infranqueable brecha entre gobernantes y gobernados, se está estrechando.
Cuestión de estilos, dirán algunos. Pero la actualidad mexicana está urgida por este cambio. La sociedad llegó al hartazgo de los políticos todopoderosos e incuestionables. Sus últimas expresiones, que aún se resisten a escuchar la voz del cambio, siguen siendo fieles a la idea equivocada de que renovarse es empezar a morir.
Así, en su afán de permanecer como centro de su limitado ámbito de poder, centralizan las mínimas decisiones y siguen ufanándose de que “nada se mueve en su entorno” sin que ellos lo decidan. “El Estado soy yo” decía con soberbia Luis XIV, el máximo exponente del despotismo ilustrado francés y esta es la tónica que, en pleno siglo veintiuno, algunos políticos mexicanos se resisten a abandonar, a pesar de que cada día, la realidad los desborda y acota sus sueños de poder ilimitado.
Pensemos por un momento en cualquier político mexicano, de los que abundan, cuando la lectura que el país le ofrece cada mañana es que los políticos que México necesita deben tener el don de la autocrítica y estar abiertos al diálogo y al acuerdo.
La lección de Héctor Astudillo, en sus primeros días, es que cada día es propicio para construir, pero sobre todo, para escuchar y para aprender en cabeza ajena. Lejos de enclaustrarse en la torre de marfil en la que suelen esconderse los políticos, ha mostrado la agudeza para convertirse en interlocutor y la madurez para dejar atrás el proceder sectario que sigue animando a más de un priista distinguido.
El fin de semana sostuvo una reunión de trabajo con presidentes municipales de todo estado, a quienes llamó a transparentar sus finanzas y los invitó a “no abandonar su tierra, no pedir dinero que no necesiten y cuidar que todos sus policías estén debidamente certificados.”
Sin hacer ruido y sin afán protagónico, Astudillo se ha convertido en el factor real de poder con mayor peso en Guerrero, porque ha impuesto un estilo propio y porque además de saber escuchar y ser promotor de consensos y acuerdos, ha hilado fino con el gabinete presidencial.
El cambio que empieza a darse sopla con fuerza en Guerrero y hace necesaria una inyección de sangre nueva, de valorar el trabajo, la experiencia y la capacidad intelectual que permita que el reloj del estado, sumido en la inmovilidad, se ponga a tiempo con la realidad nacional, hastiada de modelos agotados, porque los errores se pagan caros. ¿Usted que piensa distinguido lector?
Movimientos telúricos….Rosario Robles, secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano fue recibida en medio de reclamos por los pobladores de Tlacoapa, lugar a donde fue a supervisar el tiradero que le dejó su antecesor en el cargo, el ahora diputado Jorge Carlos Ramírez Marín…resulta que en esa comunidad, una de las más afectadas por la tormenta tropical Manuel en el 2013, Ramírez Marín dejó un retraso considerable en las obras y mala calidad en la construcciones y de las cuales le hablaremos más detalladamente en la siguiente columna…El sábado por la tarde, durante el Consejo Nacional, Agustín Basave Benítez y Beatriz Mojica Morga, rindieron protesta como presidente y secretaria general del PRD respectivamente…Basave Benítez de inmediato declaró que no más delincuentes corruptos dentro del partido y que se acabaron los pactos con el gobierno…seguramente a muchos perredista se les abra fruncido el ceño…Mojica Morga es una mujer forjada en la lucha social, en la adversidad y con un clara visión del cambio, por lo que conoce a la perfección el papel que le toca jugar dentro del PRD… marcop1955@hotmail.com

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