Opinión

Hablemos de lo importante que es sopesar y meditar el voto

Hablemos de lo importante que es sopesar y meditar el voto
Periodismo
Junio 04, 2021 23:25 hrs.
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Sergio Enrique Castro Peña › guerrerohabla.com


Pocas ocasiones nos han tocado vivir en nuestros más de setenta y cinco años de vida, ver un mandatario que considera que el señalamiento de cualquier anomalía, real o probable, son un ataque a su persona, no digamos a su gobierno. Para ello, y dada nuestra edad, quisiéramos recordar un aspecto que probablemente ha pasado de largo para la gran mayoría de los analistas, es lo referente a la decisión tomada por el ejecutivo de adelantar los aportes de cuatro meses a los adultos mayores y la población considerada como ’jóvenes construyendo el futuro’. La razón esgrimida por el presidente es que no quería ser atacado por utilizar esos recursos para influir en el voto de las elecciones de este seis de junio. El objetivo, para su servidor, si bien es cierto es una estrategia política tiene un caris más económico, dado a la situación que guardaba el crecimiento económico y en especial el consumo. La selección de otorgarle a los adultos mayores, en una sola exhibición, un monto de poco más de cinco mil pesos, cuando tenían años de no contar con una cantidad de ese nivel, mientras que en ese lapso recibían el mismo monto sin haber sido homologado a la inflación. En ese contexto, acorde a nuestros cálculos, el monto real, si tomamos en cuenta los últimos nueve años, es de aproximadamente setecientos pesos, lo cual nos indica que esa masa poblacional, año con año veía disminuida su disposición monetaria real.
Con respecto a la población de jóvenes que no habían sido incorporados con anterioridad al mercado laboral con ello a la percepción de un ingreso fijo, su propensión al consumo, podemos suponer era mayor, a los de la población con edad mayor y por lo tanto su reacción ante un ingreso inesperado esa propensión se reactivó y magnificó influyendo en el salto, aunque insuficiente, observado en el consumo en los meses de febrero y marzo. Estamos llegando al seis de junio con un bloque poblacional que, aunado a los que perdieron su trabajo e ingreso en el mismo período, cocinan un caldo de cultivo poco propicio a las aspiraciones electorales del presidente. La razón esgrimida por el mandatario fue por los efectos políticos negativos que podrían tener los ataques a su persona, nunca ha considerado y, por desgracia, estamos convencidos, que nunca pensara en una persona diferente a sí mismo. Todo se mueve y todo lo hace girar alrededor de su persona, excepto los malos resultados, esos son producto de los gobiernos y el sistema neoliberal, olvidando que esa fue la razón por la que logró el triunfo electoral y, por lo tanto, también girarán sobre la evaluación que su gestión tendrá en un futuro no muy lejano.
De un logro si puede el presidente vanagloriarse y este consiste en los efectos que sus ataques constantes han tenido en contra de los medios de comunicación, los cuales poco a poco han matizado sus comentarios adversos, de tal forma que los alejen de la ira presidencial. A medida que se acercan las elecciones, en unos arranques de pérdida de memoria esos mismos medios se preguntan por la falta de propuestas de los partidos de oposición porque para ellos los últimos tres años la opinión que estos pudieran haber tenido, simplemente eran irrelevantes, las mañaneras, por su bajo costo y facilidad para comprobar la noticia, sustituyeron el trabajo serio del periodista y, en algunos medios, estos se convirtieron en las fuentes gubernamentales seguras, como lo podemos comprobar con el grupo Milenio, que claudico a su independencia, por la cuota de seguidores leales al gobierno.
Si las elecciones del seis de Junio no le son favorables al presidente, no será por una actividad de difundir y tratar los principales problemas que nos afectan. Las muertes por el Covid-19 y la inseguridad fueron reducidas a las frías estadísticas que mecánicamente se anunciaban día con día, como si la vida física humana se redujera a su valor numérico sin una mayor repercusión. Con respecto a los datos cuyo origen fueran los económicos fueron relegados, quizás, por su complejidad en su interpretación, a los noticieros nocturnos, más cercanos a las horas finales del día que en los horarios de alta concurrencia. Nada que pudiera perturbar o molestar al gran señor. Todo ello, como se señaló anteriormente, con la ausencia casi conspirativa de opiniones opuestos a la línea gubernamental, no digamos a probables, sino voceros, estudiosos o ex-funcionarios que pudieran enriquecer las fuentes en las cuales pudiera acceder el ciudadano común.
La salud de una democracia se debe buscar más en la libertada que ese ciudadano pueda tener para expresar sus opiniones. No basta con que se diga que no se ataca a nadie por la expresión de opiniones que pudiera tener un comunicólogo, no importando su fama o prestigio, si esa libertad no abarca a toda la población, las encuestas no son medios de expresión, dado que están limitadas al marco de las preguntas, las cuales fueron hechas por el encuestados o las empresas encuestadoras. Los cuestionarios son la trampa en donde la supuesta opinión es apresada, en donde dirigen y limitan al encuestado. No son los límites de confianza, estos pueden ser los más pulcros, estadísticamente hablando, pero nunca podrán sustituir la intencionalidad de las preguntas, esto sin hablar, de la capacidad que tienen los dueños de esa información de manipularla en su presentación para digan lo que originalmente querían escuchar.
Un aspecto que deberíamos considerar, cuando analicemos y sopesemos la emisión de nuestro voto, es con los resultados se definirá un futuro probable, no solo para nosotros sino también para nuestros hijos o nietos. Actualmente la opinión que en el exterior se tiene de nosotros, hablando del presidente que otros, no nosotros, eligieron no es la más favorable. Es señalado como una persona que no acepta opiniones fuera de la suya, ’el lema en las reuniones de gabinete es ¡cállate!’, con una amplia tendencia a un populismo autoritario rayando en lo dictatorial. En el campo económico, contradiciendo lo expresado por el Banco de México, nuestras expectativas para el crecimiento del PIB en 2021 están en un rango, no inferior al dos por ciento, ni superior a los tres puntos. Los niveles de violencia que han prevalecido alcanzarán la jornada electoral, no creemos que la supuesta veda política sea lo suficientemente fuerte para convencer al crimen organizado que los debe de cubrir a ellos, tampoco afectará en algo al contagio real por Covid-19, decimos real porque el oficial lo manejan en forma tal que añoremos que todos los días sean de elecciones. Podemos escudarnos en la falacia de que sus acciones del presidente son guiadas por las ’buenas intenciones’, probablemente sea esto cierto o probablemente no, lo que si no podemos negar o ignorar es un antiguo adagio que nos dice ’que el camino al infierno, al desastre, está empedrado de buenas intenciones’.
En lo personal no podemos decir, ni debemos, como cada uno tiene que votar. Es una decisión unipersonal, lo único que podríamos recomendar es que ese voto sea sopesado, meditado y considerando que seremos los responsables únicos de él, desechemos la cultura de la evasión de nuestros actos, asumamos nuestra responsabilidad, sin importar que otros que deberían ser ejemplo de ello, no lo hagan. Algún día, aunque ellos no lo crean, tendrán que dar cuenta de esos actos ocultos y de sus ’buenas intenciones’. sergiocastro6@yahoo.com.mx

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