Sergio Enrique Castro Peña
Sergio Enrique Castro Peña
En diversas ocasiones hemos abordado, en este espacio, el problema de la democracia incipiente en nuestro país. Esto, a medida que trascurren los tiempos electorales adquiere mayor relevancia. En la actualidad, observamos el inicio de la etapa más relevante de tal proceso, la cual consiste en la selección de los candidatos a la presidencia de la república por las diferentes agrupaciones políticas. La presencia de nueve partidos políticos registrados en contienda, mas, posiblemente, un candidato ’independiente;’ así como la presencia de un organismo, el INE, encargado del proceso electoral que contempla darle validez al registro y posteriormente otorgar recursos fiscales para operar y financiar las campañas de esos candidatos, con lo cual se colca en la posición de gran sancionador de la pulcritud con que deberá de realizarse el proceso electoral en todo el país. Al considerar todos estos elementos, nos hace pensar que se están cumpliendo con una de las principales condiciones de una democracia participativa: la pluralidad. Pero esto es teoría o, como dijeran los estadounidenses, ’wishful thinking.’ Vayamos al análisis.
A finalizar noviembre, se cuenta con dos partidos que han definido quiénes serán sus abanderados en la contienda presidencial de 2018. Por el Partido del Trabajo (PT) y Morena se tiene al autonombrado y Füherer Andrés Manuel López y por el PRI José Antonio Meade Kuribreña. En el caso del PAN, nadie duda que del ’plato a la boca’ están perdiendo ’la sopa’ <la presidencia de la república> y se encuentran empantanados en una maraña denominada ’Frente Ciudadano’ y, en donde sus otros dos posibles socios Movimiento Ciudadano (MC) y PRD se manejan de acuerdo a sus intereses particulares. En el caso del MC los intereses, dado que se trata de un ’partido patrimonial’, <Dante Delgado>, éste al final decidirá de acuerdo con sus objetivos personales y de la posición que tenga para no perder lo ganado ante otro de los partidos ’patrimoniales,’ Morena.
Uno de los principales escollos a los que se enfrenta nuestra llamada ’democracia incipiente’, es que nació para ser únicamente un sistema electoral, lo cual se puede decir se ha obtenido, la segunda es que el término ’incipiente’ después de diez y ocho años es difícil de sostener como tal. De igual forma, ante la indefinición del mismo instituto (INE) sobre su título, sus facultades, su ámbito de operación y su conformación hacen que pretendan que los acuerdos y decisiones tomadas por una especie de ’notables independientes’, se consideren irrefutables y con carácter semejante a leyes. Las herramientas más poderosas con que disponen son los recursos fiscales para la realización de los comicios, la operación de los partidos políticos y el funcionamiento del mismo Instituto. La supervisión del comportamiento de los candidatos y los partidos políticos, el ejercicio de los recursos financieros que se les otorgan, destino, contenido y montos autorizados. Todo ello, aunado a una reglamentación sobre el proceder en tiempo y forma tanto de los actores como el de los gobiernos. La posición asumida por el INE dejó su función electoral medio para la formación de la democracia de México, refugiándose a una cómoda y más redituable posición de poder dentro del poder.
Este cambio de escenario y de temática influye en las preocupaciones o en la importancia de que los medios consideran de mayor impacto, dejando de lado las implicaciones, se les trata someramente, que la firma del tratado está supeditado a la reforma fiscal norteamericana y a la definición de quien será el próximo presidente y de la integración del Congreso, <la Cámara de Senadores revisará y autorizará el contenido del TLCAN renegociado>. Las implicaciones de la reforma fiscal de EU solamente ha producido una casi imperceptible repetición por parte del CCE, tratando de esconder el hecho de que el TLCAN en vigor constituyó únicamente una vía para seguir realizando su tradicional negocio de importar no de producir, de tal forma que estamos escuchando los añejos argumentos para enfrentar este desafío: no incrementar los salarios por su incidencia en los costos y por ende en la ’productividad y la competitividad’; disminuir los impuestos para acoplarlos a los que van a prevalecer en EU; la creación de ’Zonas Especiales’ para el fomento industrial y de comercio interno y externo con diversos incentivos fiscales; y, la de incrementar el consumo interno como medio de crear un desarrollo industrial. En los primeros dos argumentos la iniciativa privada pretende esconder el hecho, irrefutable, de que por muchos años la diferencia laboral y fiscal favoreció a México, al ser el factor los salarios varias veces menores a la de sus socios comerciales < una de las propuestas de Canadá en que en México se incrementen para igualarse, en un período dado a los prevalecientes a sus dos socios> y, con referencia a los impuestos prevalece la misma situación, los de México siempre han sido inferiores a los de EU y Canadá. La temática y las propuestas de constituir las Zonas Especiales y de fomentar el mercado interno tienen una antigüedad de un período superior a los cuarenta años.
Bajo este escenario económico, se inicia un proceso electoral en donde el PRI, bajo la égida disfrazada de la derecha recalcitrante y clerical: un candidato honesto, demostrado plenamente como no corrupto, hogareño, conciliador y católico practicante. Para muchos, un posible buen presidente, si ignoramos sus tendencias clericales, continuador de las políticas actuales, hay que consolidar las reformas y, con un apoyo de los dueños de los medios masivos de comunicación sin precedente, pero no tan buen contendiente en los procesos políticos. Sin embargo, no se puede ignorar, sí cuenta con su apoyo el PRI es especialista en transformar un mal candidato en uno excelente y competitivo. La designación de José Antonio Meade (Pepe para los cuates) estan incidiendo en la posición y percepción de las intenciones de voto. Antes de su designación era de aceptación general de que el PRI perdería las próximas elecciones y estaba compitiendo con el PRD y un lejano Morena, el Sr. López, lo cual hace pensar en la posibilidad de que el PRI repita en la presidencia no sea tan remota. Otro aspecto a considerar, representa el comportamiento que han asumido el grupo ganador en la contienda por la candidatura del PRI, que iniciaron no una ’operación cicatriz’, que de acuerdo con Manlio Fabio Beltrones Rivera no existe porque no hubo herida, sino la ’operación candado’ que tiene como objetivo cerrarle el paso a las aspiraciones a los políticos priistas con ’apolíticos’ semipriistas. Pero, olvidando el viejo adagio de ’que aunque la mona, se vista de seda, mona se queda’ Al candidato Pepe Meade, siendo congruente de sus orígenes y apoyos no se ’desdoblo hacia la izquierda’, le espera un camino difícil de superar y su prioridad deberá ser que la estructura del PRI lo acoja como uno de ellos, o como él lo dijera ’háganme suyo.’ No se puede concordar con los que piensan que los partidos y sus estructuras son cosa del pasado, existen todavía funciones que caen fuera del ámbito virtual como son los eventos partidistas, de campaña y de contacto con los electores. Pensar que un voto es simplemente una unidad aritmética es un grave error, proviene de un ser humano, un ciudadano que ejerce un derecho civil elegir a quienes los representaran en las Cámara y en el Ejecutivo en todos sus niveles.
El actual presidente de la república accedió al poder con el apoyo del PRI y la convicción de éste que provenía y salía de sus filas. También, se manifestó y se exalto en su propaganda electoral los antecedentes familiares y de grupo priista así como su meteórica y exitosa carrera como gobernante, a pesar de que el gobierno federal en turno no correspondiera a su partido. Mejor candidato no pudo haber tenido el PRI y los resultados en la contienda de 2012 lo avalaron. Otra característica que distinguía al, primero al candidato y posteriormente presidente electo, era como lo había expresado Miguel De La Madrid al referirse a su candidato Carlos de Salinas, es un líder de un grupo brillante de profesionistas con las mejores calificaciones académicas y de experiencia en asuntos económicos y de comercio internacional, lo cual son fundamentales para que lleven al país a los siguientes niveles de desarrollo. Con ello, el presidente De La Madrid quería señalar que el ’grupo’ liderado por Salinas, serían el motor que impulsara al resto de la sociedad en la identificación y búsqueda de los principales problemas que aquejaban al país y las soluciones más viables dado el contexto interno y externo.
De igual forma, al presentar su candidato el presidente Enrique Peña Nieto se refirió como una persona que contaba con los antecedentes morales, de responsabilidad en los diversos e importantes encargos, secretarías, que había desempeñado en las diferentes administraciones, con el presidente panista Felipe Calderón y en la actual presidente de origen priista, resaltando su calidad de ser simpatizante del PRI pero no un miembro activo, esto es: apartidista. Resaltó, también, el presidente que la capacidad técnica e intelectual, del precandidato, y su constante de entregar buenas cuentas en los encargos por él desempeñados, gran negociador, sensible, generoso, bueno pero firme de acuerdo con las circunstancias. Aunado a una vida familiar muy cercana a esas vidas familiares de las clases medias, incluida su rutina dominguera y una estabilidad a toda costa, todo ello reforzado con una honestidad personal a toda prueba o, como se dice coloquialmente ’no tiene cola que le pisen’. Un candidato blindado para los ataques y señalamientos de corrupción y de enriquecimiento ilícito.
José Antonio Meade <pepe para los cuates>, también es el líder de un grupo que no solamente tienen sus mismas cualidades personales, de origen y de comportamiento, sino que aspiran a ser motores que impulsen y lleven a la concatenación de sus objetivos y forma de vida como nación, una nueva cultura que incluya valores, ideales, éticas y morales, una sociedad como su sociedad. Dos son los retos que sobresales a los múltiples que constituyen la problemática que nos aqueja: la corrupción y la pésima distribución de la riqueza. Las dos, aparte de la poca posibilidad de que sean resueltas, se les tiene establecer, si no es conocido mejor, dado dichas características, rangos de solución de acuerdo con los recursos y la capacidad de cambio que toda sociedad tiene (las sociedades son fáciles de convencer de la necesidad del cambio, pero es casi imposible que realicen las acciones pertinentes). Los relevos en la administración del presidente Peña Nieto se estan realizando para que los funcionarios cercanos al candidato priista se incorporen en apoyo de su campaña, unos directamente en su estructura otros como candidatos de elección popular, pero todos con una identificación más cercana a los ’clones’ que a la afinidad política.
El espejismo del triunfo de la primera etapa, pueden hacer que el candidato y su gente no perciban y no dimensionen adecuadamente la magnitud de los retos pero en primer lugar las oportunidades que esto representa. Tienen un proceso electoral complicado y cuesta arriba, con un lastre de una administración que estuvo en constantes ataques, algunos de fuego amigo otros, en definitiva, de enemigos acérrimos y de añeja procedencia. Sus contrincantes estan abanderados por sus mayores retos: la corrupción por parte del PAN y el combate a la desigualdad en todos los ámbitos, liderada por el Füherer de Morena, el Sr. López. Sin embargo, Pepe Meade y sus seguidores no pueden darse el lujo de deslumbrarse por estos primeros resultados y su impacto mediático, de tal forma que los ciegue, porque pueden perder la mejor oportunidad de su vida y como una vez mencionamos aquí, del PAN, pueden ’del plato a la boca se puede perder la sopa’. La democracia no es un ejercicio teórico, sino un constante quehacer. Pero, eso lo dejaremos para una siguiente entrega.
