Hechos, no palabras

PURGATORIO:
El término ’suffragette ’nace con la intención de desprestigiar, a comienzos del siglo XX, a una mujer que exigía el derecho de votar a las mujeres, y que incluso, estaba dispuesta a vulnerar la ley para conseguirlo.
Antes de la Primera Guerra Mundial, las mujeres generalmente éramos consideradas intelectualmente inferiores e ineptas de pensar por nosotras mismas. Los asuntos políticos eran considerados como prohibitivos para las almas femeninas del mundo y por tanto era impensable pretender que las mujeres pudiéramos votar.
Mujeres como Emily Wilding Davison, cuyo lema fue "una gran tragedia evitaría muchas otras", no llegó a ver cómo la utopía del voto femenino se volvía realidad. El primer paso se dio en 1918, cuando el Parlamento permitió votar a las mujeres mayores de 30 años. y que hizo posible que aquel noviembre también ellas fueran electas al Parlamento. Así le ocurrió a Nancy Astor, la primera mujer que ocupó un escaño en la Cámara de los Comunes.
PARAÍSO:
Se preguntarán almas en pena, a que voy con todo este breviario cultural y porque hago mención de estas mujeres extremadamente valientes, que con su bravura cambiaron la historia para las siguientes generaciones.
Pero permítame estimado lector o lectora hacer un paréntesis para aclarar que después de la lucha de aquellas mujeres británicas. En nuestro país no fue sino hasta el 17 de octubre de 1953, cuando las mujeres alcanzaron lo que tanto habían anhelado: el voto.
El voto de las mujeres va más allá del derecho a emitirlo durante cada proceso electoral; simboliza el reconocimiento a la equidad en la participación política, las mujeres representan la dignidad y el valor de la democracia, y ni el hombre más cerrado de mente podría negar que sin la participación de las mujeres en todos los niveles de gobierno sería imposible lograr completamente el desarrollo y la paz que se busca en el país.
’Las mujeres hemos despertado tarde, pero una vez decididas, nada en la tierra y nada en el cielo hará que las mujeres cedan; es imposible", dijo Emmeline cuando aún se encontraban en la lucha.
INFIERNO:
El tema de la equidad y de la participación de las mujeres en la política es relativamente moderno, cobró vida en el 66 con Indira Gandhi y en México este 2018 tenemos un escenario político que yo veo bastante favorecedor para mi género ya que aproximadamente 50% de los pre – candidatos en por lo menos dos, de los tres niveles de gobierno, son mujeres, y a su vez mucho se ha hablado de esas mujeres que acompañan a quienes pretenden gobernar nuestro país los próximos 6 años: Juana Cuevas, Carolina Martínez y Beatriz Gutiérrez Mueller; pero quien habla de aquellas mujeres, que en su mayoría, son las fuerzas vivas que mantienen a flote a los partidos políticos; sus mítines, sus huelgas, en resumen mantienen viva la democracia del país. Cuantos de nosotros alguna vez nos habíamos detenido a pensar que en época de campañas electorales un 85% de las veces que tocan a nuestra puerta, quien da la cara por un candidato o candidata, es una mujer, cuantos de nosotros nos habíamos puesto a pensar en que el día de la elección la mayoría de las veces, quien nos invita a votar es nuestra madre.
Y quisiera hacer énfasis en la importancia del sufragio femenino, la importancia que tenemos en la toma de decisiones políticas en el país. La batalla va mucho más allá, el 2018 no se trata únicamente de emitir nuestro derecho a votar y ser votadas, la cruzada será por nuestros derechos, por nuestra seguridad, por nuestra libertad y por confrontar desde nuestra trinchera a cada uno de los que pretenden gobernarnos, asegurarnos de que se basen en hechos, no palabras, porque ’Seguimos, seguiremos imaginando otros mundos, otras vidas que merezcan la pena ser vividas’