Concatenaciones
Fernando Irala
Un nuevo capítulo en los intentos de recuperar el control territorial que los grupos de criminales han obtenido al pasar de los años en vastas zonas del país, tuvo esta vez en Jalisco saldos muy pobres y resultados trágicos, como la muerte de tres militares a bordo de un helicóptero abatido.
La versión oficial nos informa como siempre que se trata de virulentas reacciones de los delincuentes ante los avances de las fuerzas del orden, pero lo alarmante es que el país lleva más de ocho años en esa dinámica, y se ve muy lejos el restablecimiento de un clima de tranquilidad.
La historia se repite. El despliegue militar y policiaco se produce en una determinada región, genera enfrentamientos iniciales y luego los malosos se repliegan, los líderes son aprehendidos y sus estructuras desarticuladas.
Pero en cuanto las fuerzas armadas se retiran o disminuyen su presencia, nuevos infractores, cada vez más jóvenes, audaces y violentos, regeneran los grupos de criminales y vuelven a instaurar sus reinados de terror. Así pasó en Jalisco, antes en Tamaulipas, Veracruz y Chihuahua, en Morelos y Guerrero.
A fin de cuentas, el crimen organizado no ha perdido su presencia y dominio de plazas y negocios, si acaso ha tenido altibajos para luego recomponerse. Entretanto, el flujo de dinero les permite adquirir cada vez armamento de mayor poder; también han aprendido cómo enfrentar y obstaculizar la persecución, y por supuesto no han dejado de buscar cómo corromper o por lo menos amedrentar a servidores públicos y mandos de seguridad.
Por todo ello en Jalisco el inicio del operativo que intentó ser sorpresivo, resultó más parecido a un desastre. Como ya lo habían mostrado en la emboscada del mes pasado a un convoy de policías, el cártel que domina la región no le tiene miedo alguno al gobierno que le disputa el control de su territorio.
Habrá que observar lo que ocurra en las próximas semanas en una de las zonas de mayor importancia económica del país, pero en la que las raíces del crimen se han profundizado desde hace varias décadas.
