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Inconformidad real y ficticia

Inconformidad real y ficticia
Política
Julio 08, 2019 23:32 hrs.
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José García Sánchez › diarioalmomento.com

Independientemente de que el movimiento de los policías sea movido por una mano oculta, lo cierto es que si no hubiera habido descontento no aparecería el fantasma de la manipulación. El descontento inicial era real y se había expresado de diferentes maneras.


Así como este caso hay otros reales tales como los despidos de los trabajadores del gobierno sin liquidación, pero, sobre todo, el campo que ahora está descuidado. Las medidas son apropiadas pero la operación de esas medidas, incluso su puesta en marcha simplemente espera que el subejercicio se convierta en ahorro como arte de magia.


El gobierno federal no ha abiertos las ventanillas para que los programas destinados a fortalecer el campo empiecen a trabajar, esto crea una grave inconformidad que redunda en movilizaciones políticos y sociales que podrían tomar calles, avenidas, carreteras y autopistas.


Mientras esto sucede las organizaciones campesinas buscan un liderazgo que pueda encaminar la protesta aislada, desmembrada, a una movilización organizada, con definiciones claras y liderazgo sólido.


En este panorama se vislumbra una organización que no por olvidada está muerta y cuya filiación partidista parece cada día más lejana en el tiempo y en el espacio: la Confederación Nacional Campesina.


Quien pueda reactivar la CNC tiene al campo en sus manos y a los campesinos de su lado. Claro, no es la única organización campesina que puede lograrlo, pero sí es una estructura que puede llevar la protesta de los campesinos a niveles de interlocución con el gobierno, incluso podría formar parte del propio gobierno sin problemas.


La CNC en realidad ha perdido identidad. Puede hablarse de una aglutinadora de organizaciones, una cohesión entre asociaciones, una coalición de frentes de trabajadores del campo, que si sigue perteneciendo al PRI o se sale de su membrete, es lo de menos. Lo importante es la ubicación de sus puntos de apoyo geográfico y su estructura aún deteriorada y todo, pero real.


En el campo hay descontento y en él se asienta la alimentación de los mexicanos. Esto debe tomarse en cuenta antes de que el conflicto de los campesinos llegue a ahorcar calles, avenidas, carreteras, y al propio proceso alimentario del país. No faltan grupos que quieren adueñarse del liderazgo de lo que pudiera convertirse en un problema para el gobierno federal, sobran ofrecimiento de revueltas reales o inventadas en las diferentes actividades productivas de México.


La inquietud que provoca una injusticia proveniente del gobierno redunda en desprestigio y falta de popularidad, pero también en un deterioro progresivo de la imagen de un gobierno que aseguró cambiar en beneficio de quienes menos tienen, precisamente aquellos que, por costumbre, han sido los eternos castigados de la historia nacional.


Si a esto sumamos la desinformación que de tan reiterada se convierten guerra sucia, encontramos que el deterioro, propio del ejercicio del poder, puede acelerarse negativamente para la actual administración.


El campo es esencial, la seguridad lo es, también la salud y la educación. Ahí, en esos puntos de la vida nacional, hay puntos donde la inconformidad puede asentarse y cerrar pinzas con toda la maquinaria anti AMLO que empieza a aceitarse para una acción de largo, mediano y largo plazos.

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