Postigo
José García Sánchez
Mientras el Tribunal Federal electoral limpia su imagen para llegar a las elecciones de 2018 con fallos que le otorguen credibilidad, el INE se empeña en desprestigiarse a sí mismo.
Primero el extravío del padrón electoral a través de un descuido del Movimiento Ciudadano, que por el simple hecho de ser datos que controla el INE la privacidad es también responsabilidad de sus empleados.
La investigación aún no da resultados, pero se considera que Movimiento Ciudadano pudo ser hackeado, según versiones de los voceros de ese partido; sin embargo, los candados para este tipo de casos debieron ser condicionados, regulados o impuestos por el INE.
Luego siguió en la etapa de incubación del PVEM a través del INE, al reducir una sanción económica y pasará de 322 millones a 214 millones de pesos por violar la ley al recibir aportaciones en especie de sus diputados y senadores.
La Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, ordenó al INE individualizar la multa contra el PVEM, que recibió en forma ilegal spots en radio y televisión, lo cual violentó la equidad del proceso electoral 2014-2015; sin embargo, a pesar de ser un fallo del tribunal el INE prefirió seguir el apapacho del apéndice de su patrón, el PRI.
En sesión extraordinaria, el pleno avaló una reducción al partido de 40 por ciento de la ministración mensual del financiamiento público que le corresponde para el sostenimiento de sus actividades ordinarias permanentes hasta alcanzar los 214 millones 970 mil 474.04 pesos.
Luego de que la sanción original que el instituto impuso al PVEM en mayo de 2015 era de 322 millones 455 mil 711 pesos, el consejero presidente Lorenzo Córdova dejó claro que las sentencias de la Sala Superior del TEPJF se acatan, pero también ’es importante, es sano discutirlas’.
Pero no sólo se cura en salud discutiendo los fallos del tribunal que está por encima de las decisiones de los consejeros sino que determinan que deben ser reducidas las multas al partido satélite del PRI, para el que trabajan todos los consejeros electorales, o por lo menos esa mayoría que pueda hacerlo triunfar en 2018 sin haber obtenido la mayoría.
El Tribunal ha echado atrás decisiones del IFE que pudieron no sólo cambiar la geografía política del país sino trastocar la tranquilidad social de buena parte de la República.
El ejemplo claro es Zacatecas, donde las encuestas daban una gran ventaja al candidato de Morena para la gubernatura del estado. El INE decidió retirarle la candidatura a David Monreal para que la segunda fuerza electoral pudiera obtener el triunfo. Porque el enemigo número uno del PRI es Morena, el resto de los partidos diluyen sus diferencias con el partido en el poder entre pactos y negociaciones, cabildeos y complicidades.
El PRI no quiere que Morena tenga su primer gobernador, a unos meses de haber obtenido el registro, porque teme un efecto dominó sobre todo en esa parte del país donde tiene muchos intereses y, por su fuera poco, considera un bastión.
El PRI nos tiene todas consigo de tal suerte que tiene que echar mano de la complicidad de un INE apagado, que de tanto perder el color se volvió tricolor. Con consejeros electorales grises, manipulados, pero eso sí con mucho salario, prestaciones, poder, canonjías y sobre todo, impunidad.
Ahora el INE se dedica no sólo a descalificar al Tribunal electoral sino a cambiar sus fallos y todos tan felices, con lo cual lo único que hacen es fomentar el abstencionismo que a nadie conviene.
