Texcoco, Edomex.- No tumulto, sí multitud.
El jardín municipal de esta localidad se vistió de lo que hasta los expertos y analistas y ciudadanos X coinciden: la piel Morena es lo de hoy.
Arriba en el templete, en el escenario, los principales, los jefes, las personalidades distinguidas.
Al micrófono, una mujer morena que pisa fuerte y habla devolviéndole a las palabras su mejor color; con la certeza de lo que dice la abuelita: habla de lo que sabe, de lo que siente, con la seguridad de que dice lo que piensa, de la mejor manera.
Se llama Karla Almazán Burgos y quiere ser diputada federal.
Es una digna representante de las nuevas generaciones que se mueven en el contexto del quehacer político.
Entusiasta, animosa, y con el talante suficiente para convencer a las mayorías.
Karla Almazán es dinámica, emprende su discurso con esa fuerza de mirar de frente y hablar con el corazón en las manos.
Transmite, hace sentir que sus palabras son como piedras preciosas: no cualquiera las posee y las comparte.
Seduce, por su tono propositivo. Nunca de guerra sucia, como ahora señalan los expertos que será la constante en esta temporada de elecciones.
Comunica valores, intenciones, buenos propósitos, afanes, y sobre todo ese buen aire que desea para los jóvenes. Seguro a ellos les llamará la atención.
Los principales, y acompañantes, en el templete, le miraban con esa dote de íntima admiración.
Karla Almazán, con esa prestancia, seguramente in crescendo, va que vuela a San Lázaro.
