México.- Con una participación ciudadana histórica del 63%, Andrés Manuel López Obrador y Morena, en la gran mayoría de las entidades, arrasaron en las elecciones del histórico primero de julio.
Pero no fue un proceso simple, ya que AMLO ha sido persistente en su lucha por erradicar la corrupción, la impunidad y los privilegios del poder que tanto han lastimado a México; hasta ayer parecía imposible, y contra todo pronóstico los mexicanos salieron a las urnas a ejercer el mayor de los derechos, el voto.
Es la primera vez que la izquierda tomará el poder en México, esto fue blanco de una campaña de desprestigio comparando al candidato de Morena con Hugo Chávez en Venezuela, sin embargo AMLO siendo alcalde de la ciudad más grande del mundo fue galardonado como el mejor alcalde del mundo, realizó obras que beneficiaron a los ciudadanos y acciones que lograron impactar tanto la economía desde su base.
Después de gobernar la Ciudad de México el camino no fue fácil y tuvieron que pasar tres elecciones para que lograra imponerse en los resultados.
No fue suficiente el acarreo de los partidos corruptos, el mapacheo, el carrusel y la compra del voto, esta elección dejó al descubierto el enorme poder de los votantes y la confianza de los electores de que su voto sería respetado, se creó la conciencia de que el voto comprado pudre a las instituciones, a los gobiernos y a los países.
AMLO ganó con el 53% de los votos, treinta puntos arriba de sus más cercanos contendientes, el Partido Revolucionario Institucional quedó con contados municipios, aquellos donde predomina la corrupción y la impunidad, donde la gente aún es condicionada para votar como Chimalhuacán; A pesar de ello Morena quedó muy cerca de arrebatar la alcaldía en municipios tan controlados por la corrupción.
Fue motivo de fiesta y algarabía, no había forma de contradecir el resultado, el mismo Ricardo Anaya, de forma profesional, aceptó la derrota y reconoció el aplastante triunfo de AMLO, aunque en su campaña se mostró muy agresivo en su contra y pasivo al gobierno corrupto del PRI.
José Antonio Meade fue el primero en reconocer la derrota, a las 20:20 hrs., veinte minutos después de que se cerraran las votaciones e iniciará el conteo del PREP, agradeció a quienes apoyaron su campaña, a su esposa, al Partido Revolucionario Institucional y deseó buena suerte al nuevo presidente electo.
Como parte de la guerra sucia AMLO fue desacreditado innumerables veces, "no fue una campaña limpia", dijo el candidato de Morena en varias ocasiones, no solo fue atacado por un partido, todos se volcaron contra el puntero de las encuestas, además todo el aparato gubernamental actuó en contra del candidato electo y lo obligó a caminar contra corriente, aun así no fue suficiente; las encuestas también fueron blanco de desacreditación y si se equivocaron, pues no pudieron predecir la aplastante participación y el desplome del PRI.
Hoy el reto para AMLO es mayor, tiene todo lo necesario para encaminar las políticas públicas y el desarrollo por el camino correcto, cuenta con el respaldo del senado y la cámara de diputados, pero más aún reconoce que el cáncer del México son la corrupción y la impunidad, y buscará erradicarlo con la tenacidad que buscó la presidencia de la república y si cada integrante de su gabinete, cada alcalde, diputado y senador unen fuerzas e ideas por la misma causa, solo entonces si México habrá cambiado.
