Dic 03, 2019
Taxco, 3 de diciembre. El monumento histórico de la parroquia de Santa Prisca y San Sebastián de mediados del siglo XVIII cumple este martes 261 años de haberse terminado y puesto en funcionamiento para los servicios religiosos, y después, convertirse en el principal ícono de la ciudad de Taxco como atractivo turístico, destacó el cronista Juan Crisóstomo Estrada González.
Dijo que es una construcción que sigue siendo una de las más importantes de Latinoamérica, por lo que representa el barroco novohispano, el tiempo de edificación y la majestuosidad que tiene del arte sacro.
Mencionó que la edificación es lo más preciado que tiene el estado de Guerrero y de México, porque encierra ’una gran arquitectura y una exacta línea del barroquismo’.
En tanto, para el investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Pablo Amador, el contenido en cada una de las estructuras artísticas de los retablos se concentra la moda del siglo XVIII, además de que los artistas lo que lograron es exaltar la importancia de cada santo que existe en los altares, de uno de los principales templos parroquiales de América Latina, porque el templo y su contexto; es decir su ’propio arte te va a llevar a lo importante, que es tu conexión con Dios’.
El investigador de la UNAM destacó que los artistas de aquella época siempre expresaron en los estofados ’utilizando flores y frutos para que se viera la riqueza de la tierra, y esta misma moda que se hace para el culto divino, y lo mejor siempre para Dios’.
’Hablamos de esos modelos, de ese carácter, que ya es novohispano y que ya es mexicano, y mexicano frente al maestro de los escultores español de todo lo que se observa en el interior de la parroquia’, expresó.
Informó que los retablos de la parroquia de Santa Prisca y San Sebastián mandado construir por el minero francés José de la Borda Sánchez, fueron vestidos a la moda de mediados del siglo XVIII.
Explicó que los artistas plantearon ’una forma, para que de manera consciente o inconsciente observemos los retablos, no para ensalzar el contenido, sino para la construcción de un altar que exalta la devoción de los santos’.
El experto en estética mencionó que cuando el taxqueño o el mexicano oraban frente a los retablos ’entendían y se dejaban llevar, porque el templo y su contexto, es decir, su propio arte, te va a llevar a lo importante, que es tu conexión con Dios’.
Habló del simbolismo de las telas y el componente que, de forma ’inconsciente, hacemos lo que el artista quiere para que leas el retablo, y veas quiénes son las imágenes más importantes’.
