En las Nubes
Carlos Ravelo Galindo
José Saramago escritor, novelista, poeta portugués, y premio Nobel de Literatura, nos contagia con su entusiasmo cuando, en sus múltiples reflexiones, advierte, por ejemplo, que la derrota que tiene algo positivo, nunca es definitiva. En cambio la victoria que tiene algo negativo, es definitiva. Y que las tres enfermedades del hombre actual son la incomunicación, la revolución tecnológica y su vida centrada en su triunfo personal”. Su sabiduría nos permite coincidir con él, al sostener que hoy la escuela no puede educar porque no tiene medios y para instruirlos le cuesta muchísimo. La instrucción es trasmisión de conocimientos y educar es inculcar valores. Ninguno puede suplir lo que compete a otro. Yo fui educado, afirma, por una familia de analfabetos, que me inculcaron valores, sin muchas palabras. Los aprendí". Pregunta: “¿Qué clase de mundo es éste que puede mandar máquinas a Marte y no hace nada para detener el asesinato de un ser humano? Piensa que todos estamos ciegos. Somos ciegos que pueden ver, pero que no miramos. No te pido que me lo cuentes todo, Tienes derecho a guardar tus secretos, con una única e irrenunciable excepción: De los que dependa tu vida, tu futuro, tu felicidad. Esos quiero saberlos, tengo derecho, y tú no me lo puedes negar”. El poder real es económico; entonces no tiene sentido hablar de democracia.
Razona cuando asevera que "Todo el mundo me dice que tengo que hacer ejercicio. Que es bueno para mi salud. Pero nunca he escuchado a nadie que le diga a un deportista; tienes que leer. Es útil a tu cerebro" Es hora de aullar y gritar, porque si nos dejamos llevar por los poderes que nos gobiernan, y no hacemos nada por contrarrestarlos, se puede decir que nos merecemos lo que tenemos. El tiempo no es una cuerda que se pueda medir nudo a nudo, el tiempo es una superficie oblicua y ondulante que sólo la memoria es capaz de hacer que se mueva y aproxime. Existen dos superpotencias en el mundo; una es Estados Unidos; otra, eres tú. Nosotros no inventamos, sólo miramos por detrás de lo que ya existe. En un matrimonio hay tres personas: el hombre, la mujer y la tercera persona formada por los dos. Si hay que buscar el sentido de la música, de la filosofía, de una rosa, es que no hemos aprendido nada. O, añadiríamos, conocer el significado de una lágrima.
carlosravelogalindo@yahoo.com.mx