El Enjuiciado
Por Pedro Arzeta García
La construcción de un gran frente ciudadano comprometido con el rescate del tejido social, el trabajo arduo en las familias, en las escuelas y en todos los núcleos sociales podría ser el comienzo de una nueva conformación social alejada del bullicio y de la falsa política.
La sociedad en su conjunto está cansada, harta, empachada de tanto discurso, de partidos políticos, de la inseguridad, de falta de servicios, falta de apoyos, ha perdido la esperanza, ya no cree en el mañana, vive el presente en forma acelerada y no hay quien o quienes le ofrezcan una estabilidad.
Este gran frente que se propone debe ser encabezado por nuevos personajes, que realmente conozcan las necesidades, que estén comprometidos por cumplir, por solucionar, por beneficiar a la sociedad y no por un interés personal.
En la vida nacional Andrés Manuel López Obrador se mantiene en el ánimo de un sector pero, en su mayoría ha sido cuestionado por no definir hacía donde quiere llevar al país, se ha refugiado en la partidocracia, ha saltado de un partido a otro, hoy es Morena su cuota de poder.
En Guerrero la izquierda no figura, no hay quien encabece las preferencias para encabezar este gran frente que aglutine tanto a estudiantes, amas de casa, empresarios, periodistas, comerciantes, organizaciones sociales, artistas, boleros y todas las expresiones sociales que no han logrado sentir ese cobijo oficial.
La representatividad de personajes jóvenes de la política podría ser una alternativa, lo mismo los empresarios, ambos con una visión integral, de beneficio colectivo, dispuestos a sacrificar no solo unos pesos, sino también lo más valioso que es su tiempo y su familia.
La presencia de los nuevos cuadros perredistas como Asunción Martínez líder municipal del partido, Francisco Vergara, entre otros que hoy son líderes de colonias populares. Esos que conocen la necesidad pudieran encabezar este gran frente.
Falta esperar si se deciden realmente a encabezar la demanda social, conscientes de que no se trata de un proyecto político ni personal, es un proyecto que se antoja sea como la pócima que aminore el dolor y la desesperación de las familias que viven en Chilpancingo y en el estado de Guerrero.