La endeble oposición en la UAGro

El 3 de diciembre de 2013 y mediante una reforma al artículo 59 de la Constitución que a su vez, se encuadró en la Reforma Político-Electoral impulsada por el presidente Peña Nieto, las Comisiones Unidas del Senado de la república aprobaron que a partir del 2015, senadores, diputados federales y locales podrán durar en su cargo hasta 12 años consecutivos. Es decir, ser reelectos. De esta forma, los diputados locales y federales electos en 2015, podrán reelegirse hasta por tres periodos consecutivos; los alcaldes uno, a partir de la elección de 2018; y los senadores también uno a partir de dicha efeméride electoral. Es decir, podrán reelegirse hasta el proceso electoral de 2024. Sin embargo, y siendo parte íntegra del proceso democrático, la reelección todavía espanta a muchos. O responde a intereses políticos concretos.

REELECCIÓN: PREMIAR RESULTADOS.- El filtro natural para que legisladores, senadores y alcaldes se reelijan, son los resultados mostrados en su trabajo. Y en esa vía, se instala el actual rector de la UAGro, Javier Saldaña Almazán. Sin embargo, hay ciertos imponderables que no ven con buenos ojos, su proyecto para reelegirse como rector. Pero los antecedentes son elocuentes: 1.- Del lugar 180 en que figuraba la UAGro en el ranking de las mejores universidades del país hasta antes de 2012, Saldaña Almazán la colocó en 2016, en el lugar 24. Es decir, ya está dentro de las 50 mejores universidades de México. Y este impulso inédito se asoció al cambio de cultura en materia de planeación, transparencia, relaciones laborales, proyectos

de investigación innovadores y de calidad, y de los propios estudiantes y académicos con disposición para acreditarla ante los organismos evaluadores y arribar progresivamente, hacia la calidad académica. El rector de la UAGro, mostró además, un cabildeo político exitoso al ser designado recientemente, como presidente del Consorcio de Universidades Mexicanas (Cumex). Con un ingrediente adicional: hasta hoy, ninguna auditoria del Estado y de la Federación, ha encontrado irregularidades en el manejo de los dineros universitarios. 2.- El grupo Colectivo Insurgencia Universitaria, intenta frenar la reelección de Saldaña Almazán. Pero si se mira bien, sus integrantes han pasado por etapas cuestionables y sin resultados satisfactorios en sus tareas. Y se lee así: A) El ex rector Arquímedes Morales Carranza, ya está jubilado. Y padeció en 1977 el recorte al subsidio estatal a la UAG, por su confrontación abierta con el gobierno estatal de Rubén Figueroa Figueroa, derivado de la incipiente Guerra Sucia. Loable. Pero no mostró resultados académicos. Y como integrante de la Comisión de la Verdad, su informe del 14 de octubre de 2014, tampoco dejó satisfechos a los grupos disidentes, para la enorme cantidad de dinero asignada por el Congreso local: más de 19 millones de pesos desde abril de 2012, hasta octubre de 2014. Finalmente, intentó colarse sin éxito, como diputado federal plurinominal por el Morena. B) Luis Alberto Arcos Castro, trabaja en la UAGro y cobraba en el gobierno interino de Rogelio Ortega Martínez, la bicoca de 50 mil pesos mensuales. Fue muy cercano al ex secretario de Finanzas, Eliseo Moyao Morales, quien es investigado por presumibles desvíos de recursos estatales. Arcos Castro tuvo becado además, a uno de sus hijos en la propia Universidad guerrerense. C) A fines de noviembre de 2015 y durante la elección extraordinaria en el municipio de Tixtla,

la FEPADE nacional integró una averiguación previa contra la doctora Silvia Alemán Mundo. La policía estatal la detuvo y entregó al Fiscal Santiago Nieto Castillo. A pesar de ofertarse como ’observadora electoral’, se le encontró una lista nominal cerca de la casilla 2483. Fue dejada en libertad con las reservas de Ley. D) Finalmente, Román Ibarra Flores, aspira a convertirse en rector pero sin base electoral ni trabajo académico destacado. Dados sus orígenes ideológicos en el Partido Comunista Mexicano (PCM), se entiende que, más que dar una eventual competencia electoral cerrada por la rectoría, intenta en realidad cerrarle la puerta en el Morena a Javier Saldaña Almazán, ante la eventualidad de que éste pueda convertirse en candidato de ese partido al Senado de la república, en la elección federal de julio de 2018. Y desde luego, fracturando la relación política entre UAGro y gobierno estatal. Con ello, está claro que la endeble oposición en la UAGro, es más política, que verdaderamente competitiva.