Opinión
Manuel Tello Zapata
El gasolinazo que se aplicó desde el primero de enero del 2017, está generando muchos comentarios de todo tipo, especialmente en las redes sociales. La mayor parte de estos comentarios atacan a los diputados federales y Senadores que aprobaron la reforma energética, y sobre todo: al Presidente Enrique Peña Nieto. En este último caso se le desea hasta la muerte por el aumento a la gasolina, algo que en su momento prometió que no se realizaría más.
Sin embargo, los diputados y senadores no son culpables del gasolinazo por haber aprobado la reforma energética. Esta no es responsable porque en el caso de la reforma, se trata de un cambio histórico que busca terminar con el corrupto monopolio llamado PEMEX, para que, eliminado el absolutismo de esa empresa paraestatal, con la reforma energética pueda asociarse en forma transparente con empresas extranjeras, que aporten el capital necesario para el desarrollo de Petróleos Mexicanos.
El auténtico culpable del gasolinazo es la grave crisis del petróleo a nivel mundial, generado por los Estados Unidos y algunos países de reciente ingreso a los productores de petróleo, como Irán. En el 2012, el barril de petróleo tenía un valor de 117 dólares, un precio que permitía sacar adelante el presupuesto anual de México. Actualmente el precio del barril es de 43 dólares, una caída que nos ha dejado en la total orfandad económica.
El principal culpable de la caída del barril de petróleo son los Estados Unidos de Norteamérica. Luego de que este país era un consumidor de petróleo crudo, con el sistema de fracturación hidráulica, que permite romper las rocas subterráneas y extraer petróleo en abundancia, se ha convertido en el primer productor de petróleo. De 5 millones de barriles diarios que producía antes de la fracturación hidráulica, hoy extrae 10 millones de barriles.
Esto le ha permitido al gobierno norteamericano manipular el precio, ya que al comprar menos petróleo a la OPEP, organización a la que pertenece México, impone condiciones. Sin embargo, a nuestro país no se lo ha llevado la tiznada con esta caída porque Estados Unidos, que es nuestro principal comprador, extrae 10 millones de petróleo pero consume 18 millones diarios para surtir sus refinerías, por lo que los dos medio millones de barriles (nuestra producción actual) que le compra a México, le son necesarios.
PEMEX se ha desplomado en la extracción de petróleo crudo; nuestras reservas se están agotando y si no se encuentran más pozos, se colapsarán en el presente año. La producción del principal pozo mexicano que es el Cantarell, se ha caído del 66% del total, al 55% desde el 2003. Es por eso que se requiere de asociarse con empresas extranjeras, para salir a buscar petróleo en mar abierto y para construir las refinerías que nos hacen falta.
Esta severa crisis mundial del petróleo obligó al gobierno federal a llevar a cabo el gasolinazo. Si no lo hubieran hecho, en este momento habría severos recortes al presupuesto federal, porque el 30% de este, lo crea la venta de petróleo crudo. En el caso de Guerrero, nuestro presupuesto para el 2017, que es de 51 mil millones de pesos, se hubiera recortado hasta 40 mil.
Las crisis económicas mundiales se salen de las manos del gobierno federal. Hoy le tocó al gobierno de Enrique Peña Nieto sufrir este histórico quebranto, pero a cualquier presidente que estuviera gobernando a México en este momento, le hubiera sucedido. Estamos de acuerdo con las protestas de nuestros paisanos que con justa razón, repudian el gasolinazo, pero se debe conocer la verdad de las cosas, y los partidos políticos no deben aprovechar la ocasión para llevar agua a su molino. Las protestas deben mantenerse en un nivel de sociedad plural. Punto.
