Postigo
José García Sánchez
El PRI fue el gran perdedor en estas elecciones. A pesar de los números alegres que presenta en complicidad con los organismos electorales del Estado de México, de Coahuila y del propio INE, su prestigio decayó como nunca.
El remedo de líder nacional del tricolor considera todavía que pudo tratarse de una victoria su quehacer dentro de este proceso electoral, cuando en realidad el PRI salió herido de muerte.
No confiesan que con la derrota en Nayarit de Manuel Cota Jiménez se quedan sin uno de sus sectores que más votos le proporcionaron en el pasado: la Confederación Nacional Campesina.
Manuel cota Jiménez es designado líder de esa organización en agosto de 2014, ante el Presidente Enrique Peña Nieto. La derrota del líder de uno de los tres sectores del PRI, significa su desaparición o su anulación para funciones prácticas.
Es como si en algún momento Fidel Velázquez hubiera perdido en las urnas alguno de sus muchos puestos de elección popular que obtuvo a lo largo de su no muy corta vida.
Son otros tiempos que marcan, de manera definitiva la extinción de un PRI que agoniza, muere de desprestigio y anacronismo. Por no decir que tiene cáncer de corrupción y un autismo político que lo llevará a la muerte. No siempre un partido político tan viejo tiene como tumba la urna electoral sino que puede divertirse en su práctica que no es funcional y que a pesar de detentar el poder sus disposiciones simplemente se omiten para dejar peligrosos vacíos de poder.
Las trampas que el PRI realizó para imponer a sus candidatos no le alcanzaron para salvar al líder dela CNC de la derrota, perdiendo con ello un bastión electoral, y un sector.
Aunque podría decirse que el PRI, en su infinita búsqueda de cómplices, no de aliados, puede convertir al INE al Instituto Electoral de Coahuila y al instituto estatal electoral del estado de México, en una especie de sector dorado, pero su cercanía es tan evidente y sus intereses comunes tan sólidos que se muestran a propios y extraños amenazando con desprestigiarse mutuamente o bien, forzando la creación de una nueva autoridad electoral que no sea cómplice delas triquiñuelas del partido en el poder.
Y así el imberbe secretario de Relaciones Exteriores a habla de que en Venezuela no hay democracia, después de ser uno de los artífices del sistema político que practica la actual administración pública y que seguramente querrá heredar a su amigo de la adolescencia José Antonio Meade, una vez que considere el PRI que unánimemente será el candidato a la Presidencia dela república por el tricolor, desde luego.
¿Cuál es la democracia que se viola en Venezuela y cuál la que se viola en México, para el egresado del ITAM, Luis Videgaray?
En Coahuila ganó el PAN y en el Edomex, Morena. O por lo menos hay muchas dudas en la legitimidad de los autoproclamados triunfadores, pero no es necesario que se repita la elección, basta con que el PRI confiese cuántos votos compró y cómo contaron las boletas.
EL PRI debe refundarse, el INE también. No pueden llegar con tal carga de desprestigio a las elecciones de 2018. Podría considerarse que de seguir así la revuelta social está a la vuelta de la esquina.
